El presidente del Real Valladolid confirmó en la presentación de Joaquín y Yoel Rodríguez que mantiene un 15% de las acciones e incidió en la palabra crecimiento como parte importante del futuro de la entidad

El desembarco de Ronaldo Nazário da Lima en el Real Valladolid hace que todavía algún aficionado se pellizque después de ver al astro brasilero posar con la camiseta blanquivioleta. El nuevo accionista mayoritario de la entidad ha provocado un ‘boom’ cuyo eco proviene de todo el mundo, y que Carlos Suárez, que se mantiene como presidente del club, ha escuchado también.
No obstante, habló de ello con su habitual mesura durante la presentación de Yoel Rodríguez y Joaquín Fernández como nuevos futbolistas a las órdenes de Sergio González. «Ha sido espectacular, todo el mundo está súper ilusionado, pero mi decisión, más allá de que piense que es la correcta, la reforzará el que las cosas salgan y empecemos a obtener réditos. La tomé pensando exclusivamente en la seguridad de que fuera lo mejor para el Real Valladolid», aseveró.
Los primeros coletazos de este ‘efecto Ronaldo’ son los «muchísimos acercamientos» producidos ya de agentes externos que desean unirse a esta nueva etapa, y que hacen prever que «el crecimiento va a ser importante». Aunque Suárez incidió en que este «boom de adrenalina» trae de la mano uno de sentimiento de responsabilidad: «Estamos muy contentos, ilusionados y responsabilizados; más que él a nosotros, los que podríamos fallar seríamos nosotros. Por eso debemos trabajar más si cabe como queríamos, en una mejor situación, sin el lastre que teníamos».
La intención de quien para muchos es el mejor delantero de la historia es la de llevar a cabo «una expansión clara y decidida en casi todos los aspectos que pueda, aunque sin prometer absolutamente nada», como se comprobó el lunes. Así, a partir del asiento de este nuevo contexto, «va a haber más cambios» en busca de aprovechar las «nuevas sinergias» que van a aparecer. «Va a ser un año de bastantes cambios y de crecimiento claro y decidido. Ojalá estemos a la altura para conseguirlo todo lo antes posible», reiteró.
Entre estos posibles cambios puede estar una gran reforma de Zorrilla que, con la llegada de Ronaldo, «se puede acelerar». No obstante, el mandatario evitó concretar y habló en abstracto de las razones que le llevaron a realizar la venta de buena parte de su paquete accionarial. «En mi decisión influyó el posible crecimiento que vamos a tener, que a lo mejor yo solo no iba a poder lograr», ponderó.
En el anuncio del acuerdo se explicó que el hasta ahora máximo accionista seguiría como presidente, pero no quedó del todo claro cuál sería su papel a mayores. Y esta comparecencia sirvió para confirmar que sigue teniendo el 15% de las acciones, por lo que continúa como consejero y accionista, espera «que durante unos cuantos años todavía». Si bien ha habido alguna «filtración o noticia colateral» que hablaba de una reclamación por parte de los dos anteriores vicepresidentes sobre ese porcentaje de participaciones, Suárez no tiene «ninguna notificación» sobre ello, y está «convencido de que no hay ningún problema; y, en cualquier caso, para eso está quien tendría que decidir».
Con todo, como se escenificó en el hecho de que Óscar Puente ejerciera de maestro de ceremonias, las instituciones fueron informadas en los días previos de la firma del acuerdo del mismo, aunque sin tener una responsabilidad directa. Si el anuncio se hizo en el Ayuntamiento fue porque en la sala de prensa de Zorrilla no iban a caber los periodistas acreditados «y en cualquier otro tipo de instalación iba a ser algo frío».
Además, en opinión de Carlos Suárez, lo acontecido es «una cosa por el bien del club y de su ciudad» y, aunque no puso en duda el trabajo que dichas instituciones realizan para difundir la marca Valladolid, difícilmente habrán «tenido tantos impactos» como a raíz de esta noticia. «Ha sido una cosa espectacular para la ciudad. Para todos los que nos consideramos de aquí va a ser muy importante», concluyó.