El Real Valladolid visita el difícil campo del Celta con la intención de iniciar una racha de victorias y olvidar el episodio de la última derrota ante el Alavés

Foto: Real Valladolid
El Real Valladolid viaja este sábado a tierras gallegas para medirse, a las 16:15 horas, a uno de los equipos que mejor ha arrancado la competición liguera: el Celta de Vigo. Los pupilos del recién renovado Sergio González quieren asaltar Balaídos para demostrar que no solo son un equipo competitivo sino también ganador. La impaciencia por marcar y sumar victorias comienza a enfangar los objetivos vallisoletanos. Sin embargo, esta jornada podría marcar un punto de inflexión y cambiar la dinámica de cara a los próximos meses.
Después del jarro de agua fría sufrido el pasado fin de semana, cuando el Alavés, de la mano de Ibai Gómez, ajustició a los castellanos con un gol en el último minuto, los de la capital del Pisuerga ya piensan en la nueva oportunidad que tienen en frente. Esta semana, menos caótica que la anterior por culpa del parón de selecciones, no ha habido mayor novedad que la ampliación del contrato de su propio míster y las ausencias de los lesionados Verde, Joaquín y Luismi.
Desde el cuadro de mandos se pide calma y tranquilidad y aunque el viaje a Vigo se entiende como un reto harto complicado, el deseo del vestuario y del cuerpo técnico es traducir en triunfos el buen trabajo que se viene realizando desde pretemporada.
La sensación es de impotencia, ya que los amargos episodios del VAR ante el Barcelona, las continuas ocasiones falladas, así como la anteriormente citada derrota “in extremis” frente al Alavés, han eclipsado los buenos minutos que está dejando el Real Valladolid en su regreso a Primera.
No ocurre lo mismo al hablar del Celta de Antonio Mohamed, pues su gran inicio en la competición ha sido recompensado con victorias ante rivales de entidad como el Atlético de Madrid. Los celestes se sitúan a día de hoy en la tercera posición de la tabla y su plantel de jugadores de la talla de Lobotka, Araujo, Sisto o Iago Aspas le convierten en un cuadro poderoso que bien puede aspirar a colarse en los puestos de arriba.
Los locales aguardan la visita de su rival con la idea de una posible modificación del esquema táctico. Y es que la sanción de Gustavo Cabral, expulsado en el último encuentro ante el Girona, podría derivar en un cambio en la habitual estructura de cinco defensas, sobre todo después de confirmarse la baja de Hugo Mallo, retirado del entrenamiento del jueves con molestias musculares.
El Real Valladolid, por el contrario, no parece barajar grandes modificaciones en el once más allá de la vuelta a la titularidad de Rubén Alcaraz, que se quedó en el banco la última jornada en detrimento de su compañero Keko. No obstante, todavía se especula con ver jugar juntos desde el principio a Enes Ünal y Duje Cop, un combo que aún no ha gozado de muchos minutos sobre el césped.

Aun así, pese a las supuestas modificaciones tácticas, lo que está claro es que este fin de semana se celebra uno de los partidos clásicos de la Liga española. Hasta 56 veces se han visto las caras Real Valladolid y Celta en Primera División, de las cuales veintiocho fueron en Balaídos.
En esta casi treintena de visitas, el balance global de los enfrentamientos deja una escueta estadística de tres victorias para los blanquivioletas. De hecho, hay que remontarse hasta la temporada 1996/97 para encontrar la última vez que los de Zorrilla se llevaron los tres puntos de la casa celtiña gracias a un 0-2 obra de Lozano y Quevedo.
En esta ocasión los elegidos para lograr dicha hazaña serán Masip, Yoel, Antoñito, Calero, Kiko Olivas, Moi, Moyano, Nacho, Salisu, Anuar, Borja, Ivi, Keko, Leo Suárez, Míchel, Alcaraz, Toni, Duje Cop, Óscar Plano y Enes Ünal. Por decisión técnica se han quedado fuera de la lista Guitián y Cotán.
En frente estará un combinado gallego que ha citado a Sergio, David Costas, Araujo, Okay, Emre Mor, Beltrán, Maxi Gómez, Iago Aspas, Sisto, Rubén, Lobotka, Juncà, Jensen, Boufal, Brais Méndez, Roncaglia, Júnior Alonso y Dennis Eckert. No entran en la convocatoria Kevin, Radoja, Hjulsager, Mazan y Jozabed.
Una cantera de Primera
El Real Valladolid todavía echa en falta que entren en juego sus nuevos fichajes. Las incorporaciones de ataque de Rubén Alcaráz, Cop o Ünal aún no han celebrado ningún tanto con la elástica blanquivioleta. Tampoco el rendimiento de Keko está siendo sobresaliente y futbolistas como Verde o Joaquín han pasado más tiempo en la enfermería que dentro del campo.
Si existe un motor que está tirando del Pucela en este inicio de campaña es la cantera. Lejos del problema del gol y la ausencia de victorias, el buen nivel de competición mostrado por los vallisoletanos se debe, en parte, al fantástico rendimiento de jugadores de la casa como Toni, Anuar o Calero: tres pilares indiscutibles durante este inicio.
El primero, Toni, está siendo una de las revelaciones de Primera que ha acaparado la atención de muchos aficionados al fútbol. Cuando está afinado el equipo lo nota y solo se le puede solicitar un poco más de puntería al incorporarse en segunda línea. Anuar presenta uno de los mejores estados físicos de la plantilla y junto a Borja está actuando de pulmón para guiar al equipo en los diferentes enfrentamientos. Calero, por su parte, continúa mostrando que su futuro como central es imparable, de ahí que desde el José Zorrilla suenen muchas voces clamando una renovación y un blindaje de contrato en caso de que grandes clubes quieran negociar su compra.
Al Pucela le falta afinar ciertas piezas, pero la base, la columna vertebral, tiene una estructura muy sólida, una que además cuenta con ADN blanquivioleta. A buen seguro este trío disfrutará de minutos en Balaídos, campo que tratará de paliar el sopor de la sobremesa y movilizar a sus aficionados con entradas rebajadas, en especial para los jóvenes. Los tickets para estos últimos se pueden por seguir por tan solo quince euros.