El entrenador del Promesas, que calificó la primera mitad de “espectacular”, pidió disculpas por “abandonar” a sus pupilos tras ser expulsado en el descanso

El Real Valladolid Promesas cayó ante el Real Madrid Castilla en un choque que el técnico del filial tuvo que terminar de ver en la grada. El colegiado del encuentro expulsó a Miguel Rivera nada más pitar el descanso, en el camino a los vestuarios, por protestar el penalti con el que, al final de la primera mitad, empataron los blancos.
Al término del encuentro, el andaluz explicó lo que había sucedido. “Simplemente le he dado un manotazo al mueble que está a la entrada de los vestuarios para soltar lo que llevaba dentro. Vengo cagándome en la madre que me parió pero conmigo mismo, jamás me dirijo al árbitro. Parece que ni cuando estamos a doscientos por hora tenemos derecho a desahogarnos”, apuntó Rivera.
El técnico blanquivioleta, apesadumbrado, aseguró sentirse “culpable” por lo que desencadenó esa acción. “Quiero entonar el ‘mea culpa’ porque nunca me tenía que haber ido de este partido. Me siento culpable por abandonar a mis chicos porque desde el banquillo también los tenemos que ordenar, controlar y atemperar”.
En esa misma línea, Rivera reconoció que le hubiera gustado que su expulsión no hubiera influido tanto a sus pupilos, que se vieron sobrepasados en la segunda mitad. “Debería haberse quedado en anécdota, no podemos salirnos del partido por una jugada. Eso nos ha hecho mucho más daño y ha tenido mucha más trascendencia que el propio empate”, lamentó.
Con todo, el técnico también quiso quedarse con lo bueno del encuentro, destacando la primera parte “soberbia” en la que, en su opinión, el Promesas “superó al Real Madrid por juego, por trabajo y por conceptos”. “Hemos hecho una primera mitad espectacular de control, de manejo, de llevar el balón de un lado a otro, de ser profundos, de finalizar…”.
De igual manera, el andaluz hizo hincapié en la pérdida de nervios del Promesas en el segundo acto, en el que Miguel y Alberto también fueron expulsados. “Hemos entrado muy mal en el descanso y después no hemos salido bien. Son decisiones tan injustas, que te atormentan tanto, que dejas de ser tú. Con todo, me preocupa más que nos hayamos comido una falta por no estar porque, si hubiéramos salido como la primera parte, no hubiera pasado”, subrayó.
Para Rivera, el camino futuro pasa por analizar los errores cometidos y aprender de ellos de cara a las próximas jornadas. “Todos tenemos que reflexionar muchísimo. Sabíamos que nos enfrentábamos a un magnífico rival ante el que un error te desequilibra. Yo soy el primero que me equivoco pero competir es superar todos los obstáculos y la adversidad de la última jugada del primer tiempo ha sido un lastre para toda la segunda parte”, finalizó.
