Miguel Rivera, tras el encuentro contra la Cultural, se mostró orgulloso del desgaste de sus chicos y con dudas con respecto a la alimentación de sus jugadores africanos y la fortuna de cara al gol

El Real Valladolid Promesas volvió a sumar otro empate esta temporada, en esta ocasión sin goles, frente a la Cultural Leonesa y en el estadio José Zorrilla. Esto último fue, sin duda, lo más atractivo del choque, ya que el colorido en las gradas (más de lo normal para un partido del Promesas) superó la vistosidad de lo visto sobre el tapiz.
El estado de este centró gran parte de la comparecencia de Miguel Rivera. Pese a estar agradecido al club por abrir las puertas del teatro máximo para su equipo, el míster señaló que había una falta de hábito lógica suplida con «mucha ilusión» y que «el campo anda un pelín seco, porque hay que protegerlo también», arguyó, señalando además que el césped estaba muy espeso, con «muchísima arena».
Estos factores, unidos al desgaste lógico de jugar en un campo de dimensiones mayores, hicieron mella en la condición física de varios jugadores del Promesas, que, como señaló Rivera, se encuentran «un poquito cargados». Curiosamente, los jugadores africanos que tiene a su disposición el técnico malacitano son los que parecen estar más sobrecargados. El caso de El Hacen, que vino lesionado tras jugar y marcar son su selección, hizo que a Rivera se le cayeran muchas de las ideas que tenía previstas para el partido frente al conjunto leonés.
Rivera diseccionó el caso particular que maneja con sus jugadores africanos: «A Seydou lo hemos forzado entre comillas porque ha estado entre algodones toda la semana. Necesitábamos un central porque ya sabemos que a Salisu le queda un tiempo. Por otro lado, teníamos a Baba ahí, pero al final hemos decidido protegerlo». Desde un tono más jocoso y entre risas, Rivera prosiguió en alusión a los jugadores ya nombrados: «Yo siempre les digo a ellos: “Where is the black power?” ¿No? Pues se ha perdido, porque los cuatro se han caído a la vez», comentó Rivera desde el respeto.
Más serio parece ser lo último que el técnico del Promesas comentó acerca de este grupo de jugadores, puesto que arguyó que Salisu, Seydou, El Hacen y Baba han podido estar «comiendo algo inadecuado», dejando entrever que no parece conforme con la alimentación de casi todos los jugadores de raza negra del Real Valladolid Promesas, a excepción de Jardel.
Por otro lado, y ya en el plano meramente futbolístico, Miguel Rivera dijo que «sobre todo en la segunda parte, con tres o cuatro ocasiones claras» se generó peligro, pero que «sigue faltando ese compañero que tenga un poco más de fortuna en el último instante». Además, repasó las anotaciones del equipo en lo que se lleva de temporada, en la que ningún jugador acumula más de dos tantos, para llegar a la conclusión de que todos los goleadores «son de segunda línea, con llegada», pero les está «faltando ese poquito más de fortuna en la finalización de la jugada», argumentó Rivera.
Por último, el míster hizo alusión al debut del juvenil Víctor Socorro, que entró en el minuto 75 por Pedrosa. «En el tránsito del juvenil a esta categoría lo único que necesitan es una adaptación a la velocidad, a la intensidad. Él trabaja y entrena con nosotros y la semana que viene nos lo llevamos con nosotros«, anunció Miguel Rivera.