Los blanquivioletas viajarán al Estadio de Son Moix con una convocatoria plagada de canteranos y en la que no estarán jugadores habituales como Toni, Alcaraz, Nacho o Calero

Después de un fin de semana convulso protagonizado por el intenso duelo entre Real Valladolid y Espanyol, la resaca de “El Clásico” y con la vista puesta en la próxima visita al Bernabéu, el Pucela viaja a las Islas Baleares para estrenarse en Copa del Rey ante el RCD Mallorca de Vicente Moreno. El choque, que tendrá lugar a las 20:30 horas del próximo miércoles, medirá a dos clubes históricos que se encuentran en el ranking de los veinte mejores equipos de Primera División. Por eso, pese a jugar en categorías diferentes, el encuentro aspira a ser uno de los más igualados de estos dieciseisavos de final.
Los de Sergio González vienen de cosechar un importante empate en Liga, torneo en el que están dejando muy buenas sensaciones. Sin embargo, el míster de los vallisoletanos ya advirtió la semana pasada del peligro de su rival y de la exigencia de los partidos intersemanales con un viaje lejano de por medio. Se espera por tanto ver a algunas rotaciones en el once habitual y la entrada de ciertos futbolistas con menor protagonismo hasta la fecha.
Entre los posibles nuevos nombres se encuentran los de los canteranos Moi y Miguel. Este último ya ha sido citado más de una vez para los compromisos ligueros. Asimismo, jugadores como Joaquín, que aún no ha debutado, Guitián o Verde, el héroe del último duelo en Zorrilla, podrían disfrutar de minutos ante un Mallorca con aspiraciones de recuperar su estatus y seguir creciendo el panorama futbolístico nacional.
Los baleares, asentados en mitad de tabla en Segunda, vienen de empatar en casa contra Las Palmas tras dejarse igualar un duelo que tenían controlado. Entre los puntos fuertes de su plantilla destaca la veteranía de un viejo conocido de la Liga española, Salva Sevilla, o el ariete Ariday Cabrera, al que los vallisoletanos ya conocen consecuencia de su paso por la Cultural y Deportiva Leonesa la última campaña. También cuentan con hombres importantes como el joven Juan Diego Molina, apodado “Stoichkov” por la relación de amistad que mantenía su padre con la antigua leyenda barcelonista, o Marc Pedraza, el pulmón del centro del campo al que ampara su más de metro ochenta y cuatro de estatura.
En el apartado de bajas ambos cuadros contarán con las ausencias de algunos integrantes. Los castellanos han descartado convocar a Keko y Duje Cop, que vienen de arrastrar molestias musculares. Descanso también para piezas fijas como Toni, Ünal o Alcaraz, que acumulan notable cansancio en sus piernas. Kiko Olivas, entre algodones durante la anterior semana y con trabajo específico en el entrenamiento del martes, es otro de los descartes de Sergio. Así las cosas, los elegidos para viajar al Estadio de Son Moix son: Masip, Yoel, Antoñito, Guitián, Joaquín, Moi, Moyano, Luismi, Anuar, Borja, Cotán, Verde, Leo Suárez, Óscar Plano y Miguel. Los chicos del filial Corral, Pablito y Zalazar se estrenan en convocatoria.
Los mallorquines, por su parte, no podrán contar ni con Salva Ruiz, aquejado de una dolencia en los isquios, ni con Pervis Estupiñán, que en el encuentro ante la UD Las Palmas sufrió un traumatismo costal tras recibir una patada en el pecho dejando con el corazón en un puño a todos los asistentes. Pasado el susto, el club comunicó el domingo que el central había abandonado la UCI de la Clínica Juaneda para continuar su recuperación en planta.
Un reencuentro con amargo recuerdo

Foto: Futbolia
La última vez que Mallorca y Real Valladolid se vieron las caras fue en el mes de junio del año 2013. En aquel partido liguero los bermellones ganaron por 4 – 2 a su rival. No obstante, la victoria de los locales no pudo evitar su descenso a Segunda al término del encuentro.
Con el pitido final los Aouate, Tissone, Alfaro y compañía rompían a llorar conscientes de que se había consumado su bajada a los infiernos. En frente estaba un Pucela compuesto por hombres como Larsson, Alberto Bueno, Ebert, Omar, Peña o Álvaro Rubio, entre otros jugadores que contemplaban impotentes la desoladora imagen de su adversario abatido.
El último lustro ha sido tremendamente complicado para las dos escuadras. Acostumbrados a estar en la élite, sendos vestuarios han tenido que pelear en divisiones inferiores que no se correspondían con sus trayectorias.
Aun así, parece que la suerte vuelve a sonreírles, pues el año pasado ambos consiguieron ascender: El Real Valladolid a Primera y el RCD Mallorca a la categoría de plata. Este miércoles vuelven a batirse en Copa por cuarta vez, quizá con el amargo recuerdo de tiempos pasados, sobre todo los isleños, quienes se reencontrarán con el oponente que les despidió del Olimpo.