El Real Valladolid B volvió a ganar seis partidos después, aunque sufriendo en demasía ante un Inter de Madrid batallador hasta el final

El Real Valladolid Promesas volvió al camino de la victoria en un partido sufrido ante el Internacional de Madrid. Al tiempo que apareció la lluvia, el filial se diluyó; después de una buena primera mitad se vio completamente superado en la segunda por un rival batallador, que luchó hasta el último resuello por empatar.
La mañana parecía ir a ser más apacible de lo que resultó. Porque al inicio la meteorología respetaba y, además, el conjunto blanquivioleta se adelantó muy pronto, a los cuatro minutos, por mediación de Miguel. El tudelano solamente tuvo que empujar el pase de la muerte de Kuki Zalazar, que llegó a la cal por la derecha y proyectó al corazón del área un centro de Waldo aparentemente pasado, después de una bonita acción personal.
Con el uno a cero que le puso en franquía, el Real Valladolid B cedió la alternativa del cuero al Inter, aunque no del partido, dado que ahogaba el juego de los madrileños y salía rápido el transición, a través de sus veloces extremos y de Miguel y gracias a la incorporación medida de los centrocampistas. Frente a lo visto en otras ocasiones, Rivera dibujó un 1-4-1-4-1 con Carrascal de guardaespaldas de Kike Pérez y El Hacen, que era quien más se descolgaba.
Fue precisamente el mauritano el que se incorporó en una segunda oleada minutos después buscando otro centro de Waldo, que tampoco pudo impactar Miguel. El propio Waldo buscaría puerta en un saque de esquina directo que golpeó en el palo y que se convirtió en la ocasión más clara del tiempo restante del primer periodo. El Inter tocaba el cuero con inocencia, puesto que cometía algún error en primeras fases y nunca llegaba al remate, y el filial transitaba siempre con peligro gracias a esa maraña en zonas interiores.
Cerca del descanso fue Kike Pérez el que asomó en el área del conjunto boadeño en una acción en la que sufrió un penalti de Moyano, que fue con los dos pies abajo, fuerte; demasiado. Waldo lo ejecutó a la perfección, engañando a Trenado y colocando el balón en su escuadra izquierda, al lado contrario de a donde el guardameta se tiró.
La ampliación de la ventaja, con todo, parecía consecuencia del buen primer tiempo de los blanquivioletas, que pudieron incluso festejar un tercer gol, si bien la defensa evitó lo que habría sido un golazo de espuela de un Miguel de la Fuente que personificó la tabla del ‘nueve’: se fajó con los defensores, picó al espacio, ganó área, descargó cuando hizo falta…
Pero en la segunda parte se convirtió en un islote. El Inter de Madrid, que ya era dueño del balón, se apoderó del espacio y poco a poco el Promesas se fue metiendo en su área, aunque sin renunciar en un principio a salir al contragolpe y sentenciar. Así, Waldo lo buscó, sin éxito, pero con el paso de los minutos las llegaron cada vez más a cuentagotas, a la vez que la amenaza sobre la puerta de Samu Pérez fue creciente.
La sangría del lateral derecho
Entre las novedades previstas por Miguel Rivera fue la alineación de Pablo en el lateral derecho. Y el menudo centrocampista vallisoletano, hasta hace apenas unos meses mediapunta puro, se vio abocado a sufrir muchísimo. Lo hizo menos en la primera mitad, en la que el Internacional no encontró el camino hacia los tres cuartos de campo, pero en la segunda, cuando los madrileños pasaron a cerrar con tres y a ampliar la ocupación por las bandas, le ganaron a menudo la espalda, fruto de su falta de conocimiento de la posición.

El parche –provocado por el estado físico de Apa y porque Raúl Navarro ocupó junto a Mario Robles el centro de la defensa– fue un roto que aprovechó Alfonso, que le ganó la espalda al canterano y percutió en un pasillo interior por el cual llegó a posición de remate. Y remató, y con fortuna, porque su disparo chocó en un defensa, puso el uno a dos, que confirmaba el cambio de dinámica del juego y metía el miedo en el cuerpo al Promesas.
La entrada de Abel Pascual supuso un freno a los problemas, pero solo momentáneo, porque, con la salida de Cédric, el palentino también sufrió en los diez minutos de que dispuso el canterano del Atlético de Madrid y jugador del Betis hace no tanto en la Primera División. El extremo congoleño fue un diablo, pisó área varias veces y sirvió varios centros que no encontraron rematador.
Hecho un manojo de nervios a merced del rival, el Real Valladolid B primero no fue capaz de matar el encuentro y después no supo dormirlo, puesto que la entrada anterior de Javi Pérez tampoco sirvió para recobrar el dominio. La entrada de Pedrosa, chocante por ser el segundo delantero en juego, valió como desahogo: cada despeje o cada reanudación fueron profundos en dirección a él, que trataba de protegerla para arañar segundos al crono hasta el silbatazo final.
Aunque antes de esta Pina estuvo a punto de empatar en la penúltima acción, algo que, en caso de haber sucedido, nadie podría decir que no era merecido, ya que el volumen de juego en la mitad de campo del filial fue tan alta y con tan poca discusión que ni las ocasiones que también tuvo el Promesas valen como acicate para cómo se diluyeron los de Rivera.
Llegados a este punto, no obstante, lo importante era sumar de tres, algo que no se había logrado en las últimas seis fechas, y más viniendo lo que se viene: los blanquivioletas jugarán de manera consecutiva ante el Celta B, la Ponferradina y el Fuenlabrada, tres aspirantes a las posiciones de arriba. Unas en las que el Promesas también debería estar, o cuanto menos en la mitad alta de la clasificación. Pero para situarse ahí habrá que seguir mejorando. Porque con 45 minutos de buen juego y otros tantos de sufrimiento no es suficiente.
Real Valladolid Promesas: Samu Pérez; Pablo (Abel Pascual, min. 75), Mario Robles, Raúl Navarro, Corral; Carrascal; Zalazar (Javi Pérez, min. 56), El Hacen, Kike Pérez, Waldo (Pedrosa, min. 86); y Miguel.
SADCF Internacional: Trenado; Robles (Moreno, min. 46), Moyano, De Almeyda, Aitor (Herrero, min. 66); Pina, Muñiz; Mella (Cédric, min 80), Rubén Ramos, Alfonso; y Rufo.
Árbitro: García Arriola (C.T. Vasco) amonestó a los locales El Hacen, Zalazar, Miguel, Corral y Kike Pérez, y a los visitantes Rubén Ramos, Muñiz y Rufo.
Goles: 1-0, min. 4: Miguel. 2-0, min. 39: Waldo, de penalti. 2-1, min. 68: Alfonso.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 12ª en el Grupo I de Segunda B disputado bajo la lluvia en su segunda mitad y con unos 600 espectadores en la grada de los Anexos al Estadio José Zorrilla.