Casualmente, de todos ellos solo uno, Antoñito, se estrenó en Zorrilla

El Real Valladolid, siendo un histórico de la Primera División, es todo un novel, o por lo menos su plantilla. Como muestra, el botón de debut que han pulsado doce jugadores, después de que Joaquín Fernández lo haya hecho en el Sánchez-Pizjuán ante el Sevilla FC, en el encuentro de este domingo en el que los blanquivioletas cayeron por 1-0 en el feudo hispalense.
El central andaluz actuó en el lugar del lesionado Kiko Olivas y se estrenó en la máxima categoría saliendo de inicio junto a Fernando Calero, a ojos del director deportivo, Miguel Ángel Gómez, junto al defensor llegado este verano procedente de la UD Almería, el jugador más prometedor en su posición en la pasada Segunda División.
De veintidós años Joaquín y de veintitrés Calero, han conformado una pareja de escaso recorrido en la máxima categoría, pero de gran proyección, tal y como valida la teoría de Gómez y el rendimiento ofrecido no solo el año por los dos, sino también –y sobre todo– por el boecillano en el arranque de esta temporada.
Casualmente, el de Huercal de Almería se ha estrenado fuera, como prácticamente todos los debutantes anteriores. Y es que, de todos ellos, tan solo Antoñito debutó jugando en Zorrilla, ante el Levante, mientras que el propio Calero, Moyano, Alcaraz, Anuar, Toni, Óscar Plano, Chris Ramos y Verde lo hicieron en la fecha inaugural en Girona y Miguel de la Fuente lo hizo en el Benito Villamarín.