El Parquesol Femenino prolonga su racha de victorias y termina con la del Dinamo tras su triunfo por la mínima, con un gol de Carla de nuevo a balón parado

Neofobia: dícese del miedo incontrolable e injustificado hacia las situaciones nuevas. Nadie dice que sea malo, es más, es hasta bueno tener miedo, porque todos los sentidos se activan. Por ello, tenía que salir bien el plan de tres defensas, novedoso (al menos de inicio) que había elaborado el Parquesol, tan arriesgado como factible si se quería marcar la diferencia en una contienda a priori tan igualada.
Pero qué es miedo para un equipo que ha pasado de echarse a temblar cada vez que el balón se colocaba junto al banderín a sacar otros tres puntos gracias a él. No hay mejor prueba para ver que el éxito radica en reinventarse. Y al Parquesol le volvió a salir bien.
Ya son dos triunfos seguidos sumados gracias al córner. Aunque, sin ser cínicos, el triunfo es en un gran porcentaje gracias a Carla. Por el gol también, pero casi más por su labor defensiva, tan contundente como encomiable, característica de una futbolista que ya lleva años en Segunda. No es su caso, pero ni se notó lo más mínimo.
A la media hora se hizo grande -la que más- dentro del área, para pegar un remate limpio, adelantar al Parquesol y romper la igualdad que hasta el momento imperaba gracias a dos equipos que sorprendieron a su manera. Las naranjas, con una defensa de tres y un dominio absoluto en el medio, y el Dinamo con la presión adelantada que privaba al rival de sacar el balón a su gusto. Pero tras el gol, otra película, cuya directora tenía nombre y apellido.
Porque el partido de Marta Charle fue un escándalo. Acostumbrados a actuaciones de notable, lo de este domingo rozó la matrícula. No se cansó de pedir el balón al espacio, de ofrecerse en el medio si el juego pedía calma –al final del partido hasta lo suplicaba con un «tranquilas, chicas, por favor»– y, por si fuera poco, se inventó una asistencia sin tocar la pelota, que hasta a la receptora Ali le sorprendió. No pudo controlar y se marchó una ocasión de las muchas que las naranjas dispusieron para sentenciar.
Maka, en el área pequeña, se estrelló con Andrea y dejó en standby el ataque del Parquesol hasta bien entrada la segunda mitad. Porque tras el descanso era momento para que el Dinamo despertara y propusiera lo que hasta entonces no había conseguido. Amagó con hacerlo, con un cuarto de hora insistente, pero Carla, Maka y Rivas no querían sufrir más; deseaban un encuentro tranquilo, por fin, pero a sus compañeras de ataque está claro que les encanta la emoción.
Yarima revolucionó un segundo acto igualado

Con un Dinamo animado, impulsado por la grada, Rubén Jiménez regresó a la defensa de cuatro dando entrada a Iria para ayudar a recuperar más que el balón, el control en campo propio para lograr el objetivo: no conceder peligro por el medio y salir al contragolpe con Ali, Charle y una socia más, que dejó las bandas agotadas.
Si bien ya se notó su presencia en la primera mitad, Yarima pasó a ser aún más eléctrica en los últimos minutos, cuando las manchegas ya aquejaban el esfuerzo físico y mental. Fue un martillo pilón por la derecha, hasta desesperar a la lateral, pero sin premio mayor, sin lograr aumentar una ventaja que habría servido para presenciar con más comodidad las dos últimas faltas al borde del área a favor del Dinamo, que susurraron el uno a uno.
Ninguna cogió puerta y el equipo local claudicó, con las botas puestas, pues por algo están en puestos de ascenso. También el Parquesol, que es tercero, empatado con el Atleti B, con el Pozuelo a la vista -dos puntos por debajo- y gritando que, después de unas cuantas victorias –ocho de diez– y momentos de sufrimiento – incalculables– el equipo ha encontrado su fisonomía.
Con sus defectos, cómo no, pues es conocida ya la extraña (y mala) costumbre del Parquesol de sufrir. Paso a paso. Al menos en Guadalajara hicieron los deberes un poco antes, y así es más fácil afrontar con mejores ojos los exámenes de diciembre: Pozuelo, Rayo B y Atlético B. Y después del empate del Tacón, cualquiera falla ahora.
Dinamo Guadalajara: Andrea; Teresa, Andrea Fernández, Vicky (Lucía, min. 65), Nieves (Rachael, min. 69); Mimi, Angy, Tere, Berta, Marta (Lara, min. 43) y Barrios (Anne, min.84)
CD Parquesol: Lucía; Carla (Noe, min. 89), Maka, Rivas; Nata, Barbi, Yarima (Alicia F., min. 86), Sandra, Paulita Román (Iria, min. 73), Charle y Ali (Alicia Rey, min. 74).
Goles: 0-1, minuto 30: Carla.
Árbitros: El colegiado Mínguez Casas amonestó con tarjeta amarilla a Carla, del Parquesol.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 10 del Grupo V de la Segunda División Femenina, celebrado en el Jerónimo de la Morena, ante alrededor de 150 espectadores.