El técnico del Real Valladolid lamentó el gol tempranero del Rayo Vallecano por encima del juego de su equipo, que hizo méritos «para haber sacado como mínimo un punto»

Sergio González suele ser un entrenador tranquilo, de poso. Sin embargo, este sábado se le notó en rueda de prensa un lógico enfado después de la derrota del Real Valladolid frente al Rayo Vallecano. Por eso arrancó su intervención pidiendo «disculpas a la afición por el regalo tan malo» brindado en «uno de los peores partidos con balón» que han cuajado sus pupilos.
El gol tempranero de Medrán hipotecó al Pucela, que si bien tuvo «tres ocasiones bastantes más claras que las suyas» para marcar, no las materializó, con el penalti marrado por Míchel como «la guinda al perfecto desastre». Aunque no quiso quedarse solo con lo malo, porque «el equipo lo ha intentado hasta el final» e hizo que el partido fuera «mucho más parejo de lo que dice el marcador», pierde «el colchón que tantas veces» se ha ganado fuera de casa, como ya sucediera frente al CD Leganés.
«Ellos han salido con un poquito más de tensión y se ha notado en esa primera acción. No hemos salido con ese plus que requiere este tipo de partidos. El equipo luego no ha hecho un partido tan malo, ellos han estado cómodos esperando atrás, pero hemos hecho ocasiones para haber sacado al menos un punto», analizó González, que aguarda que este aviso sea el definitivo.
Con el paso de los minutos, el técnico catalán apostó «por hombres de banda para poner centros y tener dos rematadores», aunque la acción que pudo ser decisiva llegó desde el punto de penalti, mediante Míchel, «uno de los especialistas del equipo» y quien, sin embargo, erró el segundo penalti lanzado en lo que va de temporada por parte de los blanquivioletas, después del fallado por Cop.
Con todo, Sergio no ocultó cierta preocupación con el rendimiento de su equipo en casa, donde ha sumado solo ocho puntos de los veintitrés que tiene. «Hemos perdido una oportunidad importante, lo último que pienso es en recuperarnos. Nos metemos demasiada presión y tenemos que templarnos un poco y lograr el equilibrio entre ser tan fuertes en casa y tan débiles como locales«, manifestó. Asimismo, aguarda que el haber encajado «tan rápido» por segunda vez sirva «de aprendizaje».
«Tenemos que dar un paso adelante, porque tenemos capacidad durante el partido de hacer las cosas mucho mejor de lo que refleja el resultado aunque el rival se lleve los puntos. Ojalá lo que ha pasado no pase una tercera vez», deseó para concluir.