Los de Sergio González, que pierden a Calero para este enfrentamiento, quieren mejorar la imagen de su partido ante el Betis y poner fin a una larga racha sin gol y sin victorias

Mucho han cambiado las cosas para Espanyol y Real Valladolid desde que se enfrentaron el veintiséis de octubre en la primera vuelta. En aquel partido ambos equipos se disputaban nada más y nada menos que el liderato de la Primera División. Los de Sergio González encarrilaban cuatro victorias consecutivas, una racha que no ha vuelto a repetirse, y los pericos ofrecían un fútbol agresivo que dista mucho del que muestran últimamente. Disipada esa efervescencia, sendos cuadros vuelven a medirse este sábado a las 13:00 horas en el antiguo Cornellá. Esta vez, eso sí, por objetivos más reales: la permanencia.
Para el Pucela el problema del gol ya parece convertirse en pesadilla. La plantilla no ve puerta desde el pasado veintisiete de enero, casualmente durante la última victoria pucelana en esta competición. Desde entonces, bien por el calendario o por malas actuaciones, el triunfo y el acierto se resisten para los de Zorrilla. Y es que a pesar del buen tiempo que ha acompañado a la península las recientes semanas, sobre el área vallisoletana se ciernen nubes de tormenta. Ni Hervías, ni Guardiola, ni Plaza han conseguido abrir la lata desde su incorporación al club, circunstancia agravada por la sequía de Óscar Plano, la grave lesión de Toni y las reiteradas ausencias de Cop.
Desde la entidad se ha intentado quitar hierro al asunto, no solo al problema del gol sino a la delicada situación del Real Valladolid que ha avivado los rumores sobre la fiabilidad del proyecto. El propio director deportivo, Miguel Ángel Gómez, reiteró su confianza «a muerte» en el entrenador durante el acto de renovación del zaguero Javi Moyano. De igual forma, las diferentes comparecencias de los jugadores de la plantilla rechazan toda línea derrotista y evitan cualquier pronóstico sobre un regreso la categoría de plata.
Tampoco en las filas blanquiazules se quiere mirar hacia los terroríficos puestos de descenso. La situación de los de Rubi permite algo más de margen. A día de hoy acumulan treinta puntos, mismas unidades que Levante, y Leganés y cuatro más que su próximo rival, quien sí podría acabar la jornada entre los tres últimos clasificados.
El punto fuerte de los catalanes reside en el delantero Borja Iglesias, jugador que firma diez goles esta temporada y que marca las diferencias en la línea de tres cuartos. El factor campo también puede ser determinante, más aun vista la nefasta estadística castellana en este estadio. Solo los más fanáticos recordarán una victoria pucelana a domicilio, pues la última data de la temporada 2007/08. Para hacerse una idea de la lejanía de este acontecimiento: por aquel entonces, el conjunto local todavía disputaba sus encuentros en el Estadio Olímpico de Montjüic.
Los visitantes quieren olvidar el anterior cruce ante al Betis y mejorar la imagen de un vestuario incapaz de generar ocasiones de peligro. González afirmó irse «triste» de aquel enfrentamiento, pero no preocupado ya que confía en la solidez de un grupo que, a su juicio, «recibe más golpes de los que merece».
El Espanyol, por su parte, parece haberse afiliado al empate (tres en los últimos cuatro partidos) y buscará un triunfo que le permita respirar con más calma tras cerrar un febrero sin ni una sola derrota. Pese a este dato, la realidad es que el conjunto catalán ha ido de más a menos este curso, lo que se traduce en una irregularidad que le ha hecho pasar de los puestos de Champions a coquetear con la zona baja de la tabla. La causa a esta situación respondería, entre otros factores, a algunas bajas importantes en su vestuario como la de Sergio García, Piatti o Naldo. A estas ausencias podrían sumarse este fin de semana las de David López y Óscar Duarte, los dos con molestias musculares a lo largo de la semana.
En el aspecto táctico, la baja final de Calero por una gastroenteritis dificulta el planteamiento con una defensa de cinco y aumenta las opciones del esquema de 4-4-2. Por otro lado, todo apunta a que los locales formarán con el 4-3-3 habitual. Sendos cuadros llegan sin amonestados después de que Javi López cumpliera sanción en el cruce ante el Huesca. La gran ausencia, la de Daniele Verde, que ha puesto la nota de sorpresa en una convocatoria a la que vuelve Duje Cop.
González frente a sus inicios
Sergio González volverá este sábado a la que fue su casa durante mucho tiempo. Primero como jugador y, más tarde, como miembro del cuerpo técnico. El de Llobregat desarrolló su carrera futbolística en las categorías inferiores del Espanyol hasta dar el salto en el primer equipo en el año 1998. Finalmente, en el 2000, sería traspasado al Deportivo tras conquistar la Copa del Rey con el conjunto perico.
Como técnico espanyolista cabe destacar algunos logros como llegar a las semifinales de la Copa del Rey en la campaña 2014- 2015 y los 49 puntos conseguidos para lograr la permanencia junto a un balance de trece victorias, diez empates y quince derrotas en 38 partidos.
El actual míster del Pucela siempre ha tenido palabras de cariño para su ex equipo, de ahí que se espere un caluroso recibimiento para una figura que hizo historia en un club por partida doble. El jueves, el ahora técnico blanquivioleta ha asegurado que «una vez comience el partido se deja todo de lado». «Mi paso por allí y mi cese queda lejos y el Real Valladolid ha ocupado ese vacío», añadió después.