El técnico del Parquesol cree que la entrada de Carolina sirvió para «eliminar la sensación de apagón» y destaca la gran asociación que forma con Ali en la delantera

Como sucedió ante el Torrelodones dos semanas atrás, el Parquesol volvió a cuajar una sobresaliente actuación como local en la segunda mitad. Esta vez, ante el Salamanca, en un partido que llegó igualado al descanso, pero que se resolvió por la vía rápida en un segundo acto muy completo, en el que las naranjas sacaron fruto de los espacios para golear.
«En la segunda parte, aprovechamos nuestra frescura para hacer daño. La sensación era que teníamos que trabajar la primera parte y que en la segunda podíamos entrar con más ganas debido al cansancio de las rivales», analizó Rubén, que leyó así el partido y dio entrada a jugadoras revulsivas antes incluso de cumplirse la hora de juego.
La primera de ellas, Carolina, encargada de marcar el segundo. «Con ella íbamos a coger más espacios. Se tenía que pegar a Paula y poder arrancar desde ahí y en cuanto tiene una, la mete. Es la jugadora que ha terminado con la sensación de apagón«, consideró, en relación a un primer acto en el que el Parquesol sí dominaba, pero no concretaba.
«Tuvimos errores en la salida de balón y nosotros, pese a dominar, no teníamos llegadas tan claras, no transmitíamos la sensación de temor porque llegábamos con timidez, con disparos blandos», expresó. Esa faceta también cambió radicalmente con la entrada de Yarima, ofreciendo más libertad en ataque y ayudando a la dupla Ali-Carolina. «Se entienden muy bien y generan muchos más espacios entre las dos», aseguró.
Tras esta victoria, el conjunto naranja se medirá al Olímpico, con el que se jugará clasificarse virtualmente para la Primera B. «Ganar en Madrid significa que son doce puntos con respecto al sexto a falta de dieciséis posibles», estimó, teniendo en cuenta de que en el siguiente partido reciben al Dinamo. «El objetivo está cerca, pero muchas de esas posibilidades pasan por ganar el domingo», apuntó.
Sea como sea, lo cierto es que la temporada está saliendo a pedir de boca, lo que confirma el acierto del proyecto. «No se puede prescindir de nadie. No digo alguien, digo nadie. Es mérito de todos que vaya bien, y hay que aprovecharlo, porque ahora es el momento de auge del fútbol femenino«, explicó un Rubén Jiménez que recalcó la evolución de su plantel hacia la maduración y hacia la eficacia.