A pesar de que el Real Valladolid se juega la permanencia y a pesar de perder en el descuento el centrocampista blanquivioleta dio a entender que el equipo se conformaba desde el principio con sacar un punto de Butarque

El partido vivido en Butarque sería muy fácil de describir de haber acabado con empate, pero el gol de Carrillo en el tiempo de descuento deja una sensación de enfado y de amargura difícil de digerir en estos momentos.
Después de un segundo tiempo horroroso del Real Valladolid, en el que ni tan siquiera pisó el área del ‘Pichu’ Cuéllar, el Leganés aprovechó su oportunidad para marcar ante unos blanquivioletas sumamente replegados, que se conformaban con el punto, como si fueran ellos los que estaban más cerca de la salvación que los propios pepineros.
La realidad dice que el Pucela tal vez no se merecía este castigo, o tal vez si, porque un equipo que se juega lo que se juega no puede permitirse encerrarse en su campo. Ni Celta, ni Villarreal, ni Huesca, ni Rayo se amilanaron y fueron a comerse el terreno de juego y a su rival, pero los de Sergio no fueron capaces de ir a por el partido en todo el segundo tiempo y lo acabaron pagando, más aún cuando el último cambio es todavía más defensivo. Pero si el propio equipo ve bueno un empate con todo lo que hay en disputa es que algo no va bien.
Míchel fue el encargado de salir a la palestra tras el encuentro y de haber empatado lo veía como algo positivo: «Con los resultados que se habían dado dábamos por bueno el punto y de no haber sido por esa jugada desafortunada lo habríamos logrado».
Cuando un equipo sale a empatar y se encierra en su campo en busca de este resultado suele pasar lo que pasó en Butarque, que el Pucela encaja gol en la última jugada y a uno se queda perplejo, pero resulta llamativo que los propios futbolistas den por bueno este resultado cuando ante sí tenían la oportunidad de alejarse de los puestos de descenso y después de esas palabras en saco roto cae el «tenemos que seguir peleando porque todavía queda mucho y no está todo perdido». El Real Valladolid tiene ahora dos partidos seguidos en casa en los que deberá dar el do de pecho porque tiene un debe en Zorrilla y es ahí donde debe certificar la permanencia, sea cual sea el rival.
Es cierto que el gol el Leganés llega con el tiempo cumplido, pero también es cierto que el último cambio blanquivioleta llega en el descuento, por lo tanto el colegiado entiende que debe añadir más tiempo y Míchel cree que se puede cortar esa jugada o no, pero que no hay que excusarse: «El centro está fuera de tiempo, el árbitro puede señalar el final antes, o no, pero lo ha dejado y nos hemos dejado marcar».
En líneas generales el centrocampista valoró de buena manera el encuentro de los suyos. «Hay muchas cosas que mirar y corregir los fallos que tenemos. Creo que hicimos un buen partido, disputamos todos los minutos y luchamos por ganar, pero las ocasiones que hemos tenido en la primera mitad no las supimos materializar; mientras que ellos solo tuvieron centros laterales solo. Sabíamos que iba a ser un juego muy trabado y hemo sabido aguantar al Leganés casi hasta el final. En la segunda parte fue más disputada y ninguno de los dos equipos estuvo fino, el partido se dio así y fueron ellos lo que se llevaron el premio«, lamentó el valenciano.
Como uno de los capitanes del Real Valladolid defendió que no es momento de venirse abajo, sino de trabajar y de hacer las cosas bien en el próximo encuentro, el domingo ante el Sevilla. «Tenemos la oportunidad de dar la vuelta a esta situación rápido, tenemos que intentar ganar y vamos a luchar por ello en casa. No vamos a bajar los brazos porque el año pasado nadie daba nada por nosotros por ascender y este año estamos en la pelea por no bajar y no nos vamos a rendir«, advirtió.