El técnico del Real Valladolid de División de Honor apuesta por hacer del día a día algo «ameno» y recalca la importancia de «tener los pies en el suelo»

El Real Valladolid de División de Honor arrancó este lunes su pretemporada con el estreno de Ricardo López como técnico. El excancerbero blanquivioleta, que reconoce tener «mucha ilusión», puso los primeros mimbres para «sacar lo máximo del grupo y crear un buen equipo«.
Su objetivo es claro: «hacer todo lo posible para que los chavales crezcan como futbolistas y como personas». Para ello, es importante tener «esa vara de medir a la hora de tratarlos«, ya que aún se encuentran «en etapa de formación».
«A esta edad, se nota bastante qué futbolista destaca y quién necesita más tiempo de progresión en su carrera. El paso del juvenil al filial es muy difícil: es el salto definitivo en el que uno ve si puede dedicarse al fútbol profesional o no«, subrayó.
Así las cosas, y en la línea de ese discurso formativo, Ricardo recalcó la importancia de «tener cabeza».
«Deben asimilar dónde están, que todavía no han hecho nada, y tener los pies en el suelo, porque todavía les queda muchísimo para llegar al fútbol profesional. Hay mucha competencia y ellos son privilegiados por estar aquí, así que lo tienen que aprovechar», valoró.
Aunque aún queda por perfilar qué tipo de juego mostrará, el técnico aseguró que le gusta el fútbol «de combinación, rápido y de meter goles». «El sueño de cada entrenador es llevar a sus jugadores el carácter que uno mismo tiene. Quiero que el día a día sea muy ameno y que estén a gusto con el cuerpo técnico», apuntó.
Sobre su regreso al Real Valladolid, afirmó que cuenta con el apoyo del club «en todo» y que se entiende con la dirección deportiva «con una mirada». «Tanto con Miguel Ángel Gómez como con Javi Torres y Alberto Marcos hay una comunicación fluida. Todo va muy bien y tengo muchas ganas de echar a rodar y conocer a mis jugadores».
Por último, Ricardo desveló que «siempre» ha mantenido el contacto con Carlos Suárez. «Me siento identificado con este club: he jugado aquí cuatro años y fueron muy bonitos. No me gusta perder las raíces, de dónde vengo, y Valladolid me dio mucho, como futbolista y como persona«, finalizó.