Javier Baraja ve ya en el horizonte la primera jornada, a la que cree que su Real Valladolid Promesas llegará «en un buen momento»
Javier Baraja no es un entrenador complaciente; al contrario. El tener un nivel de exigencia alto es una de sus características, que le impide paliar aquello que no le gusta. Justo también, si está contento con la preparación del Real Valladolid Promesas será, sin lugar a dudas, porque está siendo buena y, aun en esta fase tan primaria, incluso competitiva.
El filial se encontró en las semifinales del Trofeo Diputación un Villa de Simancas que les exigió, «sobre todo en ataque posicional», que provocó que le costase a los blanquivioletas encontrarse cómodos en tres cuartos de campo, a pesar de lo que generaron ocasiones bien erradas en el último pase o en la definición. Y cuando perdían, la presión era inmediata. «Es lo que pretendemos. Hemos robado bastante, lo que nos ha permitido tener el balón y descansar con él», indicó el técnico tras una nueva victoria.
Con todo, a los pupilos de Javi Baraja le quedan todavía un partido amistoso contra la Real Sociedad B y la final del Trofeo Diputación ante un Atlético Tordesillas plagado de caras conocidas. Pero ya piensan en la liga. «Estamos con ganas de que empiece. Estoy contento con el rendimiento y con la actitud de todos. Estamos en un buen momento para encarar la primera jornada», comentó el técnico, que alabó la capacidad de revelarse frente a los rivales complicados y de nivel que han tenido hasta ahora a lo largo de la pretemporada.
Y aunque seguramente pueda haber algún movimiento antes del cierre del mercado de fichajes, como salidas posibles como las de Mario Robles, El Hacen, Dali o Marcos André, «la plantilla está más que perfilada», considera, salvo sorpresa de última hora o eventualidad dependiente del primer equipo. «Todavía queda plazo y aún pueden suceder cosas», advirtió, en cualquier caso.