Deja de ser consejero delegado, aunque mantendrá su participación accionarial y un puesto en el consejo de administración. Es relevado por Matthieu Fenaert, hombre fuerte de Ronaldo
Carlos Suárez ya es historia del Real Valladolid. Así escrito, así leído, suena a un adiós que no es completo, aunque en el consejo de administración celebrado este viernes se vino a concretar de manera definitiva el paso al lado que había dado en los últimos meses a medida que la transición tras la compra de Ronaldo Nazário del paquete accionarial mayoritario iba dando entrada en la estructura a nuevos integrantes.
El nombramiento oficial el pasado día ocho de David Espinar y Miguel Ángel Gómez como nuevos portavoces institucional y deportivo, respectivamente, escenificaba un cambio de guardia percibido ya en los últimos meses, en los que las apariciones públicas de Suárez se redujeron al extremo. De ese segundo plano en el que se encontraba, según ha publicado El Norte de Castilla, ha decidido apartarse también, anticipando un movimiento previsto para los próximos años. Así, el consejo ha aceptado su renuncia al cargo de consejero delegado, manteniendo, eso sí, su condición de consejero de dicho organismo, que, además, ha decidido su nombramiento como presidente de honor del Real Valladolid.
De esta manera, después de dieciocho años ostentando cargos de responsabilidad, desde su arribo a Zorrilla en mayo de 2001, continuará ligado al club –no en vano, mantiene una pequeña participación accionarial–, aunque reduciendo al máximo su presencia en la actividad diaria. En el cargo de consejero delegado que venía ostentando le sustituirá Matthieu Fenaert, hombre fuerte de Ronaldo, quien comenzó a trabajar para el Real Valladolid a raíz de la compra de la entidad por parte del astro brasileño.
