Carlos Suárez, emocionado, agradeció el trabajo de todos los que le han acompañado durante su gestión al frente del Real Valladolid

«18 años, tres meses y ocho días». Ese es el tiempo que Carlos Suárez, como él mismo recordó, ha permanecido al frente de la gestión del Real Valladolid. Un periodo que el ahora presidente de honor ha compartido con infinidad de personas, a las que recordó, emocionado, en rueda de prensa.
El leonés comenzó su agradecimiento haciendo referencia al «equipo maravilloso de trabajo de las oficinas», que son, en su opinión, «el motivo principal por el que el club ha salido adelante». «Siempre he encontrado buenas caras, hasta en los malos momentos. Son unos auténticos fenómenos: hemos cambiado mucho y no han fallado nunca».
En esos malos momentos, Suárez siempre ha contado con el apoyo de su familia, que «ha disfrutado con lo bueno y sufrido con lo malo». Junto a ellos tomó la decisión «más importante»: la venta del club a Ronaldo.
«Teníamos que decidir cuándo vender, ya que en mi situación era lo más conveniente. Había llegado el momento de que alguien viniera a hacer esto mas grande y que hiciera bueno el trabajo de toda mi gente», explicó.
Asimismo, agradeció el trabajo de todos los jugadores, así como el apoyo de la afición, que ha tenido «un trato espectacular». También tuvo palabras hacia Sergio González y Diego Ribera, «tan convencidos» de que se podía lograr el ascenso como el propio Suárez. Igualmente, dio las gracias «a Ricardo, Aritz, Eusebio, Alberto Marcos, Víctor…«, así como al resto de consejeros y «amigos», con los que ha vivido «muchas aventuras, por hacer las cosas rápido, como firmar las cuentas en los techos de los coches para poder inscribir a los jugadores».
De igual forma, Carlos Suárez pidió «perdón» por las ocasiones en las que se pudo «equivocar». «He intentado tratar a todos con honestidad y cariño, aunque alguna agarrada hemos tenido. Gran parte del futuro esplendoroso del club es gracias a vosotros, que habéis tenido un comportamiento de diez incluso en los malos momentos. Me habéis ayudado a sumar, corregir y aprender«, subrayó.
El leonés dedicó unas palabras a «José Herrero, Pedro González Senovilla, Arancha y Gorka», quienes «confiaron en que se podía salir cuando más vicisitudes había». Por último, recordó a gente del deporte, vinculada a otros clubes de Valladolid, como José Luis Morencia, Marco, Josito o Lalo; así como a los jueces, los dos alcaldes y al resto de integrantes de la vida política de la ciudad.
En su comparecencia, Suárez hizo balance de una etapa que ha sido «la más bonita» y que ahora deja paso a otra «igual de bonita, pero más relajada». «Nos hemos sacado muchos conejos de la chistera: cuando parecía que no salíamos, aparecieron Aritz Aduriz, Jose, Llorente… Eran decisiones tomadas desde la experiencia, con rapidez».
Consciente de que ha trabajado con el grupo «con más fe», mostró su confianza plena en el proyecto de Ronaldo, «que se interesó por la casa, siente el club de verdad y está totalmente implicado». «Van a tener muchos aciertos«, aventuró, contundente.
Aunque ha tendido a «eliminar los malos momentos«, Carlos Suárez lamentó haberle «quitado tiempo» a su familia, aunque «afortunadamente se ha ido sumando y haciendo cada vez más del Pucela». Por último, reconoció que, si tuviera que recuperar a alguien, sería a su «suegro», del que también recordó una «anécdota con Kresic». «Llamó diciendo que estaba intentado pagarle con pagarés del banco griego de mi suegro, cuando en realidad eran de un banco gallego. Veremos lo que nos depara la vida: todo lo bueno que venga lo cogeré con todo el cariño del mundo», finalizó.