La necesidad y el deseo de que el ecuatoriano compita con el filial supone la ocupación de otra ficha en una plantilla que todavía deberán abandonar varios jugadores

En sus dos últimas comparecencias, en el contexto del Trofeo Diputación, Javi Baraja advirtió ante los medios de que su plantilla estaba perfilada «a expensas del primer equipo», lo que daba pie a pensar que alguna de las veintidós fichas del Promesas estaría ocupada por algún jugador que fuera a estar, como mínimo, a caballo entre los dos primeros conjuntos del Real Valladolid, sino directamente con el primero pero con ficha del segundo. Y así va a suceder, a tenor de la intención de que el ecuatoriano Stiven Plaza pueda empezar a rodarse en el filial. Este deseo, hecho público por Sergio González, hará que deba marcharse un jugador más de los que tenían que hacerlo para limitar el plantel a veintidós, como marca la norma.
Así, si uno echa un vistazo a la página web del propio club, verá cómo en la plantilla aparecen veintisiete futbolistas, de los cuales dos son juveniles, Maxi e Iker. A efectos de licencia, por lo tanto, son veinticinco jugadores los que tiene actualmente el Promesas, de los que deberán salir cuatro si se tiene en cuenta la ficha B de Plaza –que llegó ya con esa condición en enero, luciendo un dorsal superior al 25–. Es de esperar, además, que el cuarto en discordia sea un atacante, debido a la superpoblación de esta parcela.
Uno de los principales favoritos, y con cuya cesión se contaba desde un principio en dirección a un Segunda, es El Hacen, quien iba a haber cogido dirección en Almería antes de la irrupción del jeque, que ha frenado el interés. No en vano, el mauritano ha estado trabajando desde que volvió de la Copa de África con el primer equipo, mientras al filial llegaban hasta tres mediocentros, Gianluca Mancuso, Oriol Rey y Segura, que se han sumado a Kike Pérez, cuyos derechos fueron comprados al CD Lugo.
Los mayores problemas vienen en la parcela ofensiva, puesto que hay once futbolistas para cuatro posiciones. Marcos André fue fichado con la intención de que jugara en Segunda esta campaña, y varios son los clubes que se han puesto en contacto con el Real Valladolid pidiendo su cesión. En su puesto, el de delantero, debería darse la continuidad de un Miguel de la Fuente que ha completado una buena pretemporada, después del malestar que le generó no haberla hecho con el primer plantel.
El principal damnificado de la nueva situación de Plaza podría ser Alberto Gil, mediapunta que se desenvuelve por el lado izquierdo, en el que, junto a él, está Carlos Doncel y en el que pueden desempeñarse Pablo y Dali. En las últimas semanas el Salamanca se ha interesado por él, y según publica Ángel García, periodista leonés que viene a ser a la Segunda División B lo que Woj a la NBA, lo pretenden un equipo del Grupo III y dos del IV. «Saldrá con casi total seguridad», llega a afirmar dicho especialista en el mercado de la categoría.
Pero, contando con que los tres anteriores salgan, seguiría faltando un hueco, que parece destinado para Dali. El hábil atacante brasilero es quien más papeletas tiene para salir cedido a un equipo de Tercera de los varios que lo pretenden. El Atlético Tordesillas y el Cristo Atlético lo tienen en sus planes, si bien cabe otra posibilidad, y es que salga dirección Cantabria, de donde es. Incluso, aunque parece más descabellado, en último caso podría darse la cesión de Óscar, que tiene también mercado en Tercera, aunque hasta ahora todas las llamadas que la dirección deportiva ha recibido preguntando por él han encontrado una respuesta negativa.
De aquí al cierre de mercado, por lo tanto, todavía quedan varios movimientos por concretarse –entre los cuales debería aclararse también la situación de Saeed y Baba, en Valladolid aunque sin noticias por parte del club sobre su estatus–, aunque parece difícil que alguno sea de entrada. De ser así, sería en el sector izquierdo de la defensa, donde el ascenso al menos momentáneo de Salisu ha dejado a Baraja sin un central zurdo y donde hay solo un lateral de pie natural.