El brasileño cumple 365 días al frente del Real Valladolid con la estabilidad deportiva y un esperanzador crecimiento como señas de identidad

Parece mentira lo que puede cambiar la vida en tan solo un año. Que se lo digan a Ronaldo y al Real Valladolid, que este martes celebran el primer año de su camino juntos. Hace 365 días, Carlos Suárez pasó el testigo de la gestión al astro brasileño, permaneciendo a su lado durante el inicio de un viaje que, tal y como anunció hace unas semanas, abandona de manera definitiva.
Durante este período, el exfutbolista ha cumplido a rajatabla la hoja de ruta que desgranó en su primera comparecencia en el Ayuntamiento, cuando ambas partes confirmaron el traspaso de poderes.
Con una revolución silenciosa y respetuosa con el trabajo previo, su equipo se ha hecho poco a poco con el timón. Así, David Espinar y Matthieu Fenaert se han convertido en sus escuderos, sustituyendo el último a Suárez como consejero delegado.
El leonés, que continúa siendo consejero y ejercerá también como presidente de honor, ejemplificó una transición envidiable, guiando los primeros pasos del nuevo propietario y echándose a un lado cuando este creyó que era el momento oportuno.
El cambio ha venido acompañado de la tantas veces deseada estabilidad deportiva, con Miguel Ángel Gómez y Sergio González como pilares fundamentales de esa parcela. Ambos obraron el ‘milagro’ del ascenso a Primera División y la pasada campaña volvieron a conseguir lo que parecía imposible al certificar la permanencia con el presupuesto más bajo de la categoría. Ambos continúan y sus renovaciones serán los próximos pasos a seguir.
Por otro lado, la llegada de Ronaldo ha abierto la puerta a un esperanzador crecimiento, tanto en el aspecto mediático como en el económico. Nada más hacerse con el 51% de las acciones, liquidó gran parte de la deuda del club. De igual forma, la proyección del Real Valladolid ha crecido en el exterior, toda vez que el brasileño ha emprendido acciones tales como la apertura de una oficina en Madrid o diversas entrevistas y actos publicitarios.
Asimismo, su nombramiento como máximo mandatario ha permitido que Adidas sea la encargada de vestir a la entidad, o que el primer equipo realizara una gira de pretemporada en Estados Unidos y Canadá. De igual modo, el exfutbolista también ha invertido en infraestructuras al eliminar el foso del José Zorrilla, con la consiguiente ampliación del aforo.
Pero los planes de futuro no acaban ahí. La intención de Ronaldo es construir una nueva ciudad deportiva para el Real Valladolid, con una sede en Los Anexos para el primer equipo, el Promesas y el Juvenil de Honor; y un segundo espacio en el Pinar de Jalón para el resto de equipos de la cantera.