Un gol de Adri Álvarez en el 92 dio esperanzas a los de Pereira, pero el Burgos empató en el derbi y se convierte en el nuevo campeón
Era una odisea, pero el título estuvo mucho más cerca de lo que se podía pensar al principio de la jornada. El Real Valladolid B amanecía este sábado con la mente puesta en un milagro: para empezar, tenía que ganar al conjunto más correoso visto en Anexos esta temporada y, después, recibir buenas noticias desde Burgos en forma de derrota del líder. Y llegaron, pero solo a medias.
Es cierto que, en primera instancia, el foco se puso en Valladolid, donde había que ganar, un hecho que no se dio hasta el último minuto. Cualquiera lo diría después de que los locales lo intentaban por todas las maneras posibles —y las imposibles— porque a falta de pichichi buenos son Castri y compañía, pero les ganó la partida el portero del Puente Castro, Diego, que se hizo internacional con cada intervención.
Así hasta irse al descenso con cero a cero para sorpresa de todo asistente que había acudido al encuentro pese a que en esos instantes Borja y compañía se despedían entre ovaciones y lágrimas a tan solo unos metros. El Puente Castro aguantó y amenazó tímidamente la portería de Dani, algo que se intensificó más en el ida y vuelta del segundo acto.
Además, cuando los de Pereira enfilaron el camino de vestuarios ya sabían que el Burgos Promesas no les ayudaba en el objetivo. El líder ya vencía para decepción de un Torres –sancionado– al que no le quedaban uñas en la zona técnica, pero que confiaba en una posible reacción, si bien balbuceaba que no quería saber nada mientras su equipo no se adelantara. Fácil decirlo, pero en la segunda parte la situación dio paso al lado emocional, más aún cuando llegó el empate en Burgos.
Adri Álvarez resolvió la agonía final
Era cuestión de seguir intentándolo en la segunda parte y aprovechar a un Carrión encendido, que entre falta y falta que recibía era capaz de driblar a la defensa, si bien a la hora de centrar no estuvo afortunado. La gran noticia –o eso parecía– es que los visitantes cambiaron al arquero. Casi fue peor el remedio que la enfermedad porque Juan Camilo paró también de lo lindo.
Ni siquiera cuando Anexos se encendió con el empate en Burgos su equipo atinó, estaba algo más nervioso al ver que la gesta estaba cerca. Y el fútbol es tan imprevisible que ese estado de ansiedad lo resolvió quien pueda parecer que en esta circunstancia es más propenso de venirse abajo. Adri, un cadete que, además, acababa de salir al campo, se convirtió en el héroe del triunfo en el minuto 91. Fue bonito mientras duró, porque en Burgos el cronómetro ya se había parado por entonces y el campeonato se estaba celebrando.
Con todo merecimiento, dicho sea de paso, por ser un equipo capaz de aguantar 27 jornadas sin perder, incluso con el ascenso ya en el bolsillo, si bien el Real Valladolid B también lo tuvo en su mano hasta tal punto que, por méritos en el terreno de juego, habrían ganado el campeonato.
Porque el fútbol quiso que Torres fallara ese penalti ante el Burgos, pero eso no deja de ser un error humano del gran artífice de que su equipo aguantara en la lucha –cierra la campaña pichichi con 24 dianas–.
Sin embargo, duele y preocupa más que con la victoria ante el Parquesol en la tercera jornada, que se transformó en derrota por alineación indebida, se pierda el trofeo –la distancia con el líder ha sido de un punto y ahí se perdieron tres–, lo que supone un error impropio de un club tan grande.
Aun así, el mérito de la plantilla de aguantar a un equipazo como el Burgos hasta el último minuto es inmenso y lo pisitivo para la plantilla es que gran parte de los jugadores –también cadetes como Maroto o Adri— han aprovechado el año y están un poco más cerca de lograr el verdadero objetivo: disputar la División de Honor con el primer equipo. La guinda al pastel no se pudo poner, pero la campaña de los de Juan Carlos Pereira puede calificarse de notable alto.
Real Valladolid B: Dani; Ángel, David Torres, Méndez, Herva; Prada, Maroto, Carrión, Camilo, Cada y Castri.
Puente Castro: Diego; Jorge, Marcos, Mateo, Sergio; Alessandro, Nico, Digo, Javier, Lorento-Lorian y David.
Goles: 1-0, minuto 91: Adri Álvarez.
Árbitro: El señor Gonzálvez Alcalde amonestó con tarjeta amarilla a Prada y Castri, del Real Valladolid B, y a Marcos y Diego, del Puente Castro. Además, expulsó con doble amarilla al visitante Diego García.
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 30 del Grupo III de Liga Nacional, celebrado en Los Anexos. El hecho de que el Real Valladolid celebrara a la vez la permanencia en Zorrilla no mermó la cifra de público, muy pendiente de lo que ocurría en el Burgos-Burgos Promesas, que decidía el título.