El capitán del Real Valladolid reconoció la superioridad del Alavés, a la par que recordó que «queda mucha Liga»
El capitán del Real Valladolid, Míchel Herrero, compareció en zona mixta tras la amarga mañana de sábado que se saldó con un 3-0 a favor del Deportivo Alavés. El futbolista del Pucela, realista, reconoció la superioridad de un rival que se hace «muy fuerte» en su casa.
El centrocampista blanquivioleta, consciente del «jarro de agua fría» que había supuesto el encuentro, tiró de galones y apeló a la tranquilidad para «levantar la cabeza» y corregir los errores cometidos. Por otro lado, en un análisis más detallado, Míchel confesó no haber podido seguir el ritmo de un Alavés que les había «empujado bastante» durante los noventa minutos.
Ir a contracorriente, aseguró, sobre todo tras el 2-0, les puso difícil plantear el partido. No obstante, para mandar un mensaje positivo, el que está siendo uno de los hombres clave del equipo de Sergio González recordó el buen hacer del Pucela hasta la fecha y aseguró que «queda mucha Liga».
Finalmente, y respecto al fallo de Masip en el segundo gol, el jugador quiso apoyar a su compañero y destacó la importancia del meta dentro del equipo. «Estamos súper contentos con él. No hay que pensar en ese fallo. Confiamos en Jordi plenamente», finalizó.