Contracrónica del Real Valladolid 0-0 Real Sociedad
Partido del Real Valladolid y empate. Parece una combinación perfecta. Ya se ha repetido esta temporada en siete ocasiones. Solo el Atlético de Madrid, con ocho, es el equipo que más veces ha empatado en Liga. En esta ocasión logró el puntito ante la Real Sociedad, uno de los equipos más en forma del campeonato. Liderados por Oyarzabal, Odegaard y Mikel Merino, los vascos merecieron más, pero se chocaron una y otra vez con el muro de Sergio González. El punto, por lo tanto, sabe a oro. ¡La Real está en puestos de Champions! Eso sí, el Pucela, que acabó pidiendo la hora, pudo ponerse por delante en un par de ocasiones. La pelota no quiere entrar y ya cambia cuatro partidos seguidos sin marcar gol…
Pólvora mojada. El fútbol sin goles no es fútbol. Que se lo digan al Real Valladolid. Ya van cuatro partidos consecutivos sin marcar. Parece que no ha aprendido la lección del año pasado, el de la permanencia, cuando fue el equipo que menos goles marcó. ¡Y no será porque no hay delanteros! Sergio González cuenta en su plantilla con tres arietes: Ünal, Guardiola y Sandro. Casi nada. Muchos equipos de Primera soñarían con un tridente así. Pero los tres blanquivioletas tienen la pólvora mojada. Ante la Real Sociedad jugaron Sergi y Sandro. Ambos tuvieron varias ocasiones muy claras para reecontrarse con el gol, pero se lo impidió un espléndido Remiro. El canario, que jugó para mí el mejor partido desde que llegó a Valladolid, se tuvo que retirar rabioso del césped porque sus piernas ya cansadas no le dejaron continuar. En el banquillo esperaba una oportunidad Miguel de la Fuente, que está cuajando una gran temporada con el Promesas, pero entró en su lugar Anuar. Sergio apostó por el músculo y no pasar apuros hasta el final.
Sin recambio. Míchel no tiene recambio. Sergio no cuenta con ningún futbolista que pueda suplir al valenciano ahora que atraviesa uno de los peores momentos del curso. El resto de centrocampistas no tienen su perfil. Joaquín, Alcaraz, San Emeterio y Anuar son casi idénticos. Cada uno con sus pros y sus contras, pero todos juegan prácticamente a lo mismo. Míchel es el único medio al que no le quema la pelota, por el que pasan todas las jugadas de ataque y el que es capaz de encontrar un último pase que acabe en gol. Míchel no es tan malo como muchos lo pintan, pero es verdad que ahora no anda fino. Frente a la Real Sociedad se empañó dos veces cuando medio estadio ya cantaba el gol. Los aficionados desde la grada pedían a Sergio que le quitará del campo y yo me preguntaba: ¿Y a quién metemos? Si a este equipo le quitas Míchel se queda sin el poco fútbol que tiene. El problema no es Míchel. El problema es que no hay otro Míchel.
Fichar. Ya en verano se pidió el fichaje de un centrocampista ofensivo. No llegó y ahora se le está echando en falta. ¿Qué soluciones hay? La primera, la más clara, sería la de fichar este invierno un recambio para Míchel, que pide a gritos una dosis de banquillo. Otra solución, mucho más barata, sería la de dar una oportunidad a Aguado, que sí se puede considerar mediocentro ofensivo. El chaval no ha jugado ni un solo minuto esta temporada. Y hay una tercera opción, la que más me pone de todas, que sería algo así como reconvertir a Toni Villa. Siempre he creído que el Real Valladolid pierde mucho cuando deja al canterano aislado en una banda. Si fuera Sergio le colocaría por delante de dos centrocampistas con total libertad de movimientos. Si el ataque pasara siempre por sus piernas la cosa cambiaría. Esconde algo que no todos poseen. Creo que Toni aportaría mucho más jugando por el centro, con opciones de colar balones entre la defensa y con más llegada a la portería. En banda toca muy pocas veces el balón y eso afecta al equipo. Pero claro, si juegas con él en el centro, deberías cubrirte mejor la espalda con otros dos medios, ya que le cuesta bajar. Quizá tocaría quitar a uno de los dos delanteros. Sergio tiene que inventar algo.
Por cierto, Pedro Porro jugó media hora.