El técnico naranja celebra la forma en la que han llegado los goles y cree que este triunfo otorga más «tranquilidad» a la hora de jugar a partir de ahora
Después de mucho tiempo, a Rubén Jiménez no le hizo falta una tila para terminar de ver un partido de su equipo. Su corazón lo agradeció, al igual que ver la mejor versión de sus chicas, sobre todo en ataque, puesto que en defensa no se vieron muy exigidas. «Ha sido el mejor partido del curso a nivel ofensivo. Nos ha permitido desconectar», sentenció.
La segunda parte fue plácida, aunque antes el Sporting se llegó a meter en el encuentro e hizo peligrar el resultado. «Entramos en un bajón y temimos por la victoria porque ellas eran capaces de tener otro arreón», sospechó, pero se congratuló de que tras el descanso las naranjas tomaran de nuevo la cara al partido. «Cuando llegó el tercero se las vio derrotadas», añadió.
Además de los siete goles, el técnico destacó la forma en la que cayeron. «Más allá de errores, son jugadas preparadas y eso da orgullo al cuerpo técnico. El balón parado se ha materializado, las llegadas por bandas, y además el resultado da tranquilidad», aseguró, y espera que eso sirva para que, a partir de ahora, el equipo juegue con menos presión: «Tienen que afrontar el partido con la seguridad de que pueden arriesgar algo más con balón y, sobre todo, deben creérselo«.
Mayor calma da mirar la tabla, donde ahora mismo el Parquesol supera en once puntos a las asturianas. «No merecíamos estar abajo y si cogemos confianza y mantenemos este ritmo podemos pensar en llegar a posiciones más holgadas», indicó. En cuanto al choque, quiso destacar la evolución de Paulita Román en el lateral y la segunda mitad de Charle: «Lo necesitaba. Cuando las centrales conectan con ella, el equipo es capaz de crear mucho más».
Con estos tres puntos, las pucelanas arrancan la segunda mitad tal y como lo hicieron en la primera, con la esperanza de que no tarde tanto en llegar el segundo triunfo. De momento, ahora vienen Eibar y Osasuna, dos equipos «mejor armados defensivamente». «La realidad es que jugando bien se puede hacer esto contra todos los rivales. Si esto sirve para crecer con el balón, sería perfecto», afirmó.