El empate fue lo mínimo merecido por ambos equipos, sobre todo por el cuadro encarnado, que tuvo varias ocasiones claras al final para ganar. Por su parte, CD Parquesol y Victoria CF no pudieron ganar

Foto: Jesús Domínguez
Hay partidos tan entretenidos que los enamorados del fútbol, si tuvieran que escoger un momento en el que detener el tiempo, sería en ellos. Y así fue el Real Valladolid B – UD Sur de Liga Nacional: un partido en el que quedarse a vivir. Como buen derbi, tuvo de todo, hasta, desgraciadamente, la lesión del árbitro principal, que fue sustituido por otro que pitaba en el campo de al lado.
Mucho antes de que eso sucediera, en el diecisiete, Canito adelantó a los locales con un buen golpeo dentro del área, con el que aprovechó una buena acción combinativa. Galopando desde el lado derecho sorprendió a los encarnados y formó una gran sociedad con Dani, que fue un quebradero de cabeza para la zaga. En los buenos minutos iniciales tuvo mucho que ver esta dupla, ya que percutieron mucho por su lado y Dani pudo marcar el segundo llegado el ecuador.
Por la misma banda que ellos ocupaban cogió entonces el testigo Saúl, atacante encarnado. Con un disparo cruzado rozó el empate y dijo «aquí estoy», asustó por primera vez a los de Julio Baptista. Los chicos del barrio de La Rubia se lo fueron creyendo y vivieron unos buenos momentos en el final del primer tiempo, gracias a Saúl y Miguel y a la presión sobre la salida de balón.
La sensación al descanso, teniendo en cuenta que el cuero fue más de los locales y que se aproximaron en un mayor número de veces a la portería de Jorge, era de una ligera superioridad suya, aunque la competitividad de los visitantes quedó fuera de toda duda gracias a los vaivenes del juego y a sus chispazos. El marcador no cambió, pero lo haría pronto, porque en el primer minuto de la reanudación llegó el empate.
Cecé no llegó a embolsarse un envío a balón parado lejano, y el rechazo quedó suelto para que Miguel igualara la contienda. Fue tal mazazo que el Real Valladolid B tardó en levantarse, como si aquello hubiera sido un golpe al mentón. Si había ganado los primeros ‘rounds’, el hecho de encajar ese tanto supuso que se quedara desorientado unos cuantos minutos, algo que casi aprovecha la Sur, ya que Saúl disparó al palo y el propio Miguel al larguero en el rechazo del primer tiro.
Si en un combate de boxeo el peleador afectado tiene la opción de agarrarse al rival para intentar pasar el mal trago, los de Baptista pudieron agarrarse para sostenerse y no caer a una desgracia: David de León Sancho, el colegiado principal, se lesionó, y el juego estuvo parado durante unos cuantos minutos. El pinchazo que sufrió en el aductor impidió que pudiera acabar y provocó que Víctor Gómez Díez, que había dirigido a la vez el derbi de Infantil Regional, acabara dirigiendo el choque en la media hora final, una vez terminó su partido designado.
En el juego se palpaba la victoria de la UD Sur cuando el balón dejó de correr. Pero cuando volvió a hacerlo volvieron a encontrarse mejor los pupilos de Alfonso Rodríguez. No en vano, en el minuto 69 Pablo marcó el uno a dos, después de revolverse bien en el balcón del área y aprovechar la connivencia de la zaga local, blandita a la hora de intentar evitar la acción. Baptista intentó dar una vuelta de tuerca desde el banquillo, pero una de sus bazas, Cirria, cayó lesionado en la primera carrera por banda nada más entrar.
El partido encaminó sus últimos minutos con los encarnados siendo mejores, aunque los blanquivioletas no lo habían dicho todo. Popi había entrado en la segunda mitad y había empezado a provocar problemas a la línea defensiva rival. Canito, que siguió con su buena actuación durante la segunda mitad, vio al extremo y sirvió un pase precioso y preciso que rompió varias líneas para el hispano-brasileño.
Nada más controlar, orientado hacia adentro, Popi empezó a dibujar su gol no solo en su mente, sino también en aquellas de quienes le conocen: esa orientación del control le dejó en buena posición para golpear por encima de Jorge, fuerte y cerca de la escuadra. El golazo empataba y devolvía la vida al Real Valladolid B. La que le quedaba la salvó Cecé haciéndose grande, primero respondiendo a un remate en un córner y después, y sobre todo, en un mano a mano ante Miguel que evitó de manera prodigiosa.
No hubo tiempo para más; la demora por la lesión del árbitro hizo que se agolparan en la bocana de vestuarios el Real Valladolid y el CD Badajoz prestos y dispuestos para empatar, pero a buen seguro ni ellos habrían querido que el derbi terminase, porque bendito sea, visto el espectáculo que dieron los dos contendientes. Pese a ello, acabaron con sensación agridulce de saberse capaces de ganar y poder. Cosas de los (benditos) derbis…
A pesar del empate, el Real Valladolid B se mantiene colíder, puesto que empataron también la Cultural Leonesa y la CIA de Palencia (que tiene un partido menos). Por su parte, la UD Sur se mantiene en una meritoria quinta plaza.
El Parquesol tropieza, pero menos que el Victoria
El Parquesol volvió a desaprovechar una oportunidad. Otra más para empezar a alejarse de la salvación. Empató ante el Pinilla, con otro final de partido que le condenó. Pérez confirmó el buen inicio de los naranjas con un gol desde el punto de penalti. Al empezar la segunda mitad un centro lateral permitió el empate de Mario Román. Arranz le puso el segundo a Jesús de cabeza, en una de las muchas ocasiones naranjas de la segunda mitad. Quien perdona lo paga y en el minuto 93 la diana de Hugo trajo el empate final y la desazón.
Si el Parquesol empató ante el colista, el Victoria lo empeoró y cayó frente al penúltimo clasificado. Los verdiblancos se complican un poco más la vida con la derrota por la mínima ante La Charca. En el minuto 62 Iker mandó la victoria para Ávila. Así las cosas los de Salva López se quedan a tres de la salvación.