Miguel Ángel Reinoso Mangas, colegiado de Valladolid, lleva un mes recogiendo y publicando datos de la enfermedad en su Twitter con un eco exponencial
Aunque también cuenta con detractores y cosas peores, Twitter es muchas veces un lugar para el conocimiento y el análisis en el que, de manera casi espontánea, cualquiera puede darse a conocer. Esta posibilidad la conoce bien Miguel Ángel Reinoso Mangas, árbitro de Valladolid, cuya audiencia ha crecido durante el confinamiento a raíz de la publicación de datos sobre la evolución de la COVID-19.
«Al principio recogía los datos a mano, hasta que empecé a informatizarlos y un día los subí a Twitter, donde tenía 200 seguidores. El tuit empezó a hacerse viral y me empezaron a pedir que lo hiciera por comunidades», recuerda Reinoso Mangas, que tiene actualmente 5.700 tuiteros. Y así lo hizo, comenzó a analizar más datos, «solo con el fin de informar», comenzando por jornadas en las que empleaba «hasta seis horas al día» hasta los entre 40 y 45 minutos que le dedica hoy.
«Dentro de la tragedia, intento transmitir la información enfatizando en lo positivo. Hay que intentar sacar el punto positivo, porque sin ver la luz al final del túnel la gente pensará que para qué seguimos confinados», arguyó en el último ‘Charlas en casa con…’, que protagonizó junto a su compañero Mariyan Simonov Todorov, en el que recalcó que «por querer salir más rápido» se puede «echar atrás el trabajo de estos meses» y agradeció todo el apoyo recibido por sus lectores estas semanas.
En su opinión, «es importante saber cuántas personas antes de empezar a desescalar». Para ello es necesario hacer más test, tal y como está sucediendo en Castilla y León, «una de las comunidades con más residencias y sanitarios». Así, lejos de valorar como negativo el hecho de que las cifras sigan aumentando, considera que «es normal que suba el número de contagios» si se tiene en cuenta el incremento de las pruebas realizadas, así como el ejercicio de transparencia realizado por la Junta de Castilla y León.