Contracrónica del Real Valladolid 1-0 Deportivo Alavés
El sábado tuve una sensación muy rara. Cuando marcó Joaquín salté del sofá y grité como un auténtico salvaje. Estábamos salvados, el próximo año jugaríamos en Primera División otra vez. Pero mientras apretaba el puño y abrazaba a mi hermano Pablo, sentía que no era todo lo feliz que imaginé llegado este momento. Me faltaba algo muy importante: mis compañeros de grada. Es la victoria más triste que he vivido nunca. ¿Os imagináis ese gol ante el Alavés con un José Zorrilla hasta la bandera? Hubiera sido un punto y final épico a una temporada muy trabajada. Ay, el maldito coronavirus nos ha arrebatado también ese momentazo… ¡Pero no pasa nada! No hay que ponerse melancólico. Sergio González, a su estilo y con sus chicos, ha mantenido al equipo que todos amamos en el lugar que se merece. ¡Y con cuatro jornadas por jugar! Vamos a valorar lo que esta plantilla y este cuerpo técnico han hecho durante los últimos tres años. Hubiéramos firmado cada partido y cada resultado hasta llegar al día de hoy.
El partido no da para mucho análisis. Fue un auténtico aburrimiento. Ambos equipos no mordieron al rival y firmaron las tablas en cuanto pudieron. Eso sí, el tanto de Joaquín sentó como un jarro de agua fría al Alavés, que sin quererlo se ha convertido en uno de los serios aspirantes al descenso. Ese tanto, con algo de fortuna y raro por todos sus costados, retumbó en Mallorca. Lo celebraron tanto como en Valladolid, ciudad de Primera. Del choque me quedo con Miguel de la Fuente. Sergio le ha dado oportunidades para lucirse tras el confinamiento y el chaval ha demostrado cuánto vale. Ahora que está por delante de Guardiola, al menos en ganas y juego. Solo le falta una última estocada: marcar su primer gol. Bueno, le queda otra. ¡Que el Promesas suba a Segunda División! Solo de pensarlo…
El otro día no pude escribir sobre Ünal. Lo tenía guardado como una espinita. Se ha sido tremendamente injusto con él. Falló un penalti, sí, y qué pasa. Se equivoca el que los tira. Se lo comieron en Twitter todos esos que se esconden a través de una cuenta para criticarlo todo. Esos aficionados que ayer, por supuesto, no celebraron el gol de Joaquín. Estaban deseando que el partido terminara en empate para empezar a llenar las redes sociales de barbaridades. Ünal es nuestro referente. Estamos salvados gracias a él. ¿Sabéis por qué? Es muy fácil. Ha marcado esta temporada con la camiseta blanquivioleta ocho goles: seis en Liga y dos en Copa. Pues esos seis tantos en el campeonato liguero valen una permanencia. Sí, así de claro. El Real Valladolid está salvado ahora mismo gracias a Enes Ünal. ¿Por qué? Vamos a calcularlo. Imagine que quitamos esos seis goles a los partidos del Pucela. ¿Qué pasaría? Pues muy sencillo, que el equipo tendría en su casillero 10 puntos menos. Y si le quitamos de una tajada esa ración, los de Sergio sumarían a estas alturas 29 puntos. ¿Qué significa eso? Pues que estaríamos empatados con el Mallorca, en puestos de descenso. Apoyad al equipo mientras haya fútbol. Ahora, en verano, exigid a la directiva que se deshaga de jugadores que no están al nivel, porque los hay, y que traiga savia fresca al equipo, que lo necesita.