Los jugadores del Real Valladolid Javi Cerro, Álex Pérez, Cadaveira y Asamoah comenzarán su nueva etapa en el club burgalés, tras una temporada sombría

Quieren volver a sentirse futbolistas después de una temporada en la que lo hicieron poco. Demasiado poco para la calidad que atesoran. Tres grandes jugadores de la cantera del Real Valladolid jugarán su primer año de sénior cedidos en el Bupolsa, equipo de Tercera División.
Entre ellos el que fuera capitán del División de Honor blanquivioleta la campaña pasada. Javi Cerro ocupará el centro del campo del equipo burgalés, donde acudirá cedido, después de una magnífica etapa en Valladolid. Desde luego, sin contar el pasado año, cuando apenas jugó una cifra paupérrima de 560 minutos. Si lo hizo en varias ocasiones fue de central, una posición donde rindió pero que ni mucho menos es su especialidad.
De su generación fue de los pocos que ya jugó en el primer equipo juvenil en su segundo año con una madurez impropia y envidiable. Fue el ‘8’ del equipo que quedó tercero, ocho años después del último que consiguió tal hazaña. Su sobriedad con la pelota y la concentración que mantiene en cualquier escenario serán su bandera para este año.
No va solo, también estará Raúl Cadaveira, que ya debutó con el Bupolsa en amistoso y al que va traspasado. El extremo sí jugó con Ricardo, pero sus participaciones en la mayoría de casos fueron testimoniales. Las dos campañas anteriores, en Liga Nacional, estuvieron caracterizadas por el ingenio, que aparecía siempre que Cada se veía sobre el verde.
No es un llegador nato (aunque eso no quita que tenga gol), pero toma la decisión que menos espera su contrincante en ese momento. Compartirá banda con Álex Pérez. Jugó solo cuatro partidos el año pasado, sin sobresalir, eclipsado por un Casado siempre titular. Al igual que Cerro, la temporada previa fue mejor, con una competencia más equilibrada con Víctor Poveda.
Además, el Bupolsa también ha fichado a Víctor Asamoah, en este caso procedente del Atlético Tordesillas. Con Sedano, el atacante no consiguió regularidad y no llegó a los 1.000 minutos, pero en el tramo final de temporada (hasta el parón) adquirió más presencia.
Los cuatro se van al Bupolsa, todos en propiedad a excepción de Cerro, con el fin de sentir un fútbol que el año pasado les visitó poco y con el objetivo de demostrar que el año pasado solo fue una piedra en el camino. Si todos rinden a su máximo nivel, los aficionados del club burgalés (cuando puedan acudir a verles) van a disfrutar de lo lindo.