El Real Valladolid consigue el pase a los octavos de final tras remontar en la prórroga a la Peña Deportiva con un resultado engañoso
Que nadie se deje engañar por el uno a cuatro final: el inicio del partido de Copa del Rey fue desastroso y las sensaciones bastante malas para un el Real Valladolid que fue superado por la Peña Deportiva en intensidad y, como consecuencia, encajó gol a los quince minutos. Hasta la entrada de Roque Mesa en la segunda parte el equipo de Sergio González no reaccionó en condiciones. El canario levantó al Pucela y logró empatar de penalti y mandar el partido a la prórroga. Ya en la media hora de añadido, el físico de los blanquivioletas hizo que superaran con más facilidad al conjunto ibicenco, y ampliaran su marcador hasta los cuatro tantos, después adelantarse con otro gol desde los once metros.
La tónica de desperdiciar la primera parte del partido se volvió a repetir en el Campo Municipal de Santa Eulalia del Río. El primer gol del encuentro lo hicieron los locales en una jugada por la banda izquierda, en la que el equipo pucelano se durmió y Andrada llegó desde atrás solo para rematar desde el pico del área ante un Roberto que se quedó inmóvil. El equipo pucelano se vio competamente superado en nivel y marcador.
A partir de entonces el Real Valladolid fue creciendo, pero no conseguía incomodar y le pesaba el resultado pese a dominar. La Peña Deportiva se encerró atrás y no dejaba disparar fácilmente. Con el 0-1 se fueron los dos equipos al descanso y Sergio decidió empezar a hacer cambios: entraron Roque Mesa y Óscar Plano por Kike Pérez y Orellana.
La entrada del de Gran Canaria supuso un cambio radical en el conjunto blanquivioleta, ya que el centrocampista revolucionó el juego de su equipo e hizo que parecieran más vivos e intensos. Era otro Pucela en la segunda parte, pero la faltaban los goles. Llegaban al área, aunque no finalizaban, hasta que en una de esas llegadas Fonda cometió penalti y Míchel empató para marcar ese tanto que en jugadas directas no terminaba de llegar.
Con el 1-1 los castellanos se veían más cerca de la siguiente ronda porque estaban sometiendo más a su rival que en la primera mitad y generaban más peligro que ellos. A Weissman le anularon un gol legal en el minuto 81 que habría evitado el desgaste de la prórroga.
El físico de un Primera División se impuso en el tiempo extra, sobre todo, después del 1-2 que logró Roque Mesa con otro penalti, en esta ocasión por mano de Antonio López. A los cien minutos Colau fue expulsado y facilitó aun más las cosas. Con la victoria momentánea y la superioridad numérica el canario anotó el tercero a pase de Plano y este hizo el cuarto con asistencia de Weissman.
