En una primera parte en la que el Real Valladolid tuvo más ocasiones, el Elche castigó por dos veces. En la segunda el resultado se igualó pese al lío arbitral
Con la situación actual del coronavirus son muchas las actividades, y las vidas, que se han parado. Y las que no lo han hecho discurren a medias, muy lejos de ser lo que un día fueron.

Una de las cosas que continua, con grandísimas diferencias, es el fútbol. Si ya de por sí duele ver los estadios desangelados, el homenaje por la muerte de Don Vicente Cantatore antes del pitido inicial entre el Real Valladolid y el Elche dolió todavía más. El silencio total lo puso la ausencia de los aficionados, que hoy hubieran cantado a pleno pulmón en el estadio José Zorrilla para recordar a la máxima figura en la historia blanquivioleta de los banquillos. Este será el primer homenaje de los muchos que llegarán cuando la afición pueda volver a casa.
Lo que sí sabemos es que Don Vicente siguió el partido de su Pucela desde ahí arriba y empujó como uno más. Vio al Real Valladolid de casi toda la vida, el del sufrimiento; el de que te llegan la primera y esa va para dentro, esta vez fue Josan desde fuera del área con un disparo muy potente y colocado en el minuto 10, cuando el control del juego era de los locales; y el que tiene que luchar contra viento y marea, superando errores propios como su falta de acierto, y ajenos, como ese posible penalti de Orellana que suponemos que el VAR reviso y no consideró suficiente el agarrón. Este fue el coctel de emociones en los primeros 45 minutos de un partido pintado en rojo.
Dos faltas peligrosas en la frontal del área, Weissman estrellando el balón en el palo y rozando en cada acción dentro del área el gol, el disparo de Nacho que pasó cerca del palo con su pierna mala… el Pucela empujó pero no pudo revertir el resultado en la primera mitad. Y lo que va mal puede ir peor: un balón en largo de Verdú dejó solo a Josan que tras un exquisito control puso el 0-2. El resultado era un drama ante un conjunto que venía a Zorrilla sin ganar desde el 23 de octubre.
Una reacción de coraje
Tras la vuelta del descanso, el Elche estuvo mucho más entonado, con el viento a favor, hasta los cambios de Sergio González. Si el fútbol es momentos, uno clave fue el gol anulado a Weissman tras revisión del árbitro en el VAR. Era el tanto que metía de nuevo a los locales en el encuentro y que va a traer cola. La norma de las manos en ataque es para hacérsela mirar.
El Pucela empujó y encontró el premio tras el gran gol de Míchel, con un fenomenal disparo tras recorte en la frontal. El resultado era de 1-2 y había vida, pero el tiempo se agotaba ante un Elche muy bien situado en el campo.
Con más corazón que cabeza los blanquivioletas encontraron un premio más que merecido. Uno de los corazones de este equipo, Joaquín, con un cabezazo tras la falta lanzada Hervías que no consiguió repeler Edgar Badía.
El Real Valladolid salvó los muebles y se conformó con el punto tras la última posesión, en la que no fue a por la victoria colgando al menos el balón. Así termina la primera vuelta, con una media de puntos que, de momento, no sale para conseguir la salvación.