El lateral zurdo, que procede de Boca Juniors, Celta mediante, se ha convertido en una incorporación anhelada y necesaria para un Real Valladolid que necesita con urgencia crecer en defensa y en ataque
El Real Valladolid cubre el lateral izquierdo, la siguiente posición que necesitaba mejoras tras la llegada de Kodro para completar la nómina de delanteros en el equipo blanquivioleta. En este caso se incorpora a un jugador diferencial en su puesto, Lucas Olaza, futbolista uruguayo de veintiséis años cedido de Boca Juniors, tras deshacer el Celta el acuerdo que le unía al conjunto vigués hasta este mes de enero. Se trata de un lateral contrastado en LaLiga que llega para hacer subir un escalón al Valladolid en varias facetas del juego.
Formado en las categorías inferiores del River Plate uruguayo, ha tenido aventuras en Brasil, España y Argentina. Con varias paradas desde muy joven en diversos clubes de entidad, como Danubio, Atlético Paranaense o Boca Juniors, su pase al Celta en la 2018/19 descubrió un lateral de calidad para la banda zurda del Celta de Vigo, que empezó a darle galones por su capacidad para hacerse importante por sus características como lateral.
Jugador con un sublime toque de balón, con gran calidad en los centros y con una excelente eficacia a balón parado, buscando el remate de un compañero o mirando a la portería rival buscando el lanzamiento directo. Es esa capacidad la que lo hace diferencial, pero se trata de un jugador equilibrado, con buena presencia defensiva y capacidad para asociarse, siendo una opción evidente y eficaz para salir jugando. Este lateral aporta una opción más que interesante para poder relevar a un Nacho Martínez algo desacertado en las últimas semanas, que tiende a sufrir en sus funciones defensivas y que ha perdido peso ofensivo. Tras la lesión de Raúl Carnero y las dudas con el canterano Vilarrasa, Nacho era el único efectivo para un lateral en el que la llegada de Olaza dota a Sergio de un jugador de nivel para una posición otrora clave en ataque, que ha bajado en importancia en los últimos tiempos y que es necesario potenciar también a nivel defensivo.
En un equipo cuyo principal recurso ofensivo actual es Shon Weissman, un delantero cómodo con el sencillo recurso del centro al área, Olaza puede significar una nueva vía para encontrar situaciones ventajosas de cara al gol. Su presencia en ataque y su capacidad para hacerse importante desde un rol asistente desde la izquierda puede hacer crecer enteros a un Valladolid sin demasiados recursos creativos.
En defensa se trata de un jugador aseado, que encaja con las necesidades y los gustos de un Sergio González que gusta de potenciar un lateral en detrimento del otro, para facilitar una compensación defensiva que cuadra bastante con el uruguayo, que no rehúye bajar a defender si es necesario con cierta corrección ni deja de adaptarse a contextos de juego que exijan más calma que virtuosismo.
El fichaje de Lucas Olaza supone un salto de calidad que dota de una nueva pieza a la plantilla blanquivioleta y refuerza las posibilidades de formar un once competitivo para acercar al Real Valladolid a los planes de quedarse un año más en primera. Junto a las llegadas de Roque Mesa y Shon Weissman, la incorporación del lateral zurdo uruguayo es con toda seguridad uno de los movimientos más interesantes e importantes de la temporada de fichajes del equipo vallisoletano.