En el mundo del fútbol se ha visto instaurado el dicho de que «los equipos jóvenes son de segundas vueltas». Mariano Gutiérrez, entrenador del CD Laguna, también apoya ese pensamiento. Si algo precisamente tenía el conjunto rojinegro esta temporada era precisamente eso, juventud. Tras el culebrón veraniego que protagonizó el club lagunero junto al Mojados, ambos equipos obtuvieron el premio de jugar en Tercera RFEF. Sin embargo, pese a que la situación que se dio no fue óptima para ninguno de los dos, para el Laguna lo fue menos, ya que tuvo menos tiempo para conformar una plantilla competitiva.
El equipo salió a jugar con futbolistas noveles, con poca o ninguna experiencia en la categoría. El resultado, de primeras, fue desolador. Los resultados no llegaron y la sensación de que el Laguna estaba destinado al descenso se intuía, cada vez más, como una realidad inevitable. Sin embargo, en un intento de agitar el árbol en busca de mejorar la imagen, un relevo en el banquillo ha cambiado ha cambiado casi por completo el prisma de la situación.
Jaime González dio paso a Mariano Gutiérrez, experimentado en el fútbol vallisoletano, y mentor de algunos jugadores del Real Valladolid que han llegado a Primera División, como Calero, Anuar o Toni Villa. Demostró que, a veces, en una situación tan complicada, lo mejor es intentar hacer las cosas fáciles. «Cuando llegamos en noviembre nos encontramos con un equipo hundido que había logrado 1 punto en 11 jornadas, con muy poca confianza en lo que hacían y muy débil mental y defensivamente. El primer objetivo era que confiasen en ellos, que compitiesen. Es un equipo muy joven y sin experiencia en casi ninguno de sus componentes. Intentamos que fueran intensos en todo lo que hacen, explotar las virtudes de la plantilla y que fueran muy solidarios para cubrir los defectos. Sobre todo, tratamos de reducir la sangría de goles encajados», cuenta Mariano Gutiérrez a Blanquivioletas. Y así, sin hacer demasiado ruido, sus nuevos pupilos han ganado diez de los últimos doce puntos, los cuales les permiten creer en que la salvación es posible.
Más picardía
También el propio rodaje en la Tercera RFEF de los más jóvenes ha otorgado al equipo cosas positivas que no tenía a principio de temporada, así lo analiza el portero y capitán del CD Laguna, Daniel Lisardo. «Los partidos que ya han acumulado los chicos durante la primera vuelta les han dado una picardía que no tenían en un principio para pelear los partidos hasta el último momento, sumado a que empezaron a creer que pueden competir contra cualquier equipo. Sí que se notó mucho al principio que jugábamos sin ser un equipo y que todos peleaban individualmente sus batallas, y ahora la experiencia sumada con el trabajo táctico que hemos estado machacando constantemente estos últimos meses nos han proporcionado estos resultados tan buenos», dice.
Pero también la situación fue dura para los pocos veteranos que repetían con la camiseta del CD Laguna esta campaña y que, por méritos deportivos, deberían haber descendido. El haber empezado de nuevo en una dinámica similar, e incluso peor, tuvieron que saber sobrellevarlo. «El año pasado también pagamos la novatada como el equipo nuevo de la categoría, y este curso con mucha más razón. Contábamos con que el inicio iba a ser complicado después de todo los problemas que tuvimos con las federaciones y, por lo tanto, sabíamos que teníamos que ser quienes tiraran del carro, intentar minimizar errores, apoyar a los compañeros y, sobre todo, hacerles creer. Teníamos que estar con la cabeza bien puesta», añade el guardameta.
A pesar de que las bases de este nuevo estilo han de estar en la defensa, a nivel ofensivo también se ha mejorado el acierto. Ángel Esteban y Rodrigo Montenegro son los máximos anotadores del plantel, con cinco y cuatro goles respectivamente. Rodrigo ha marcado en las últimas jornadas goles importantes para que esta buena racha pudiera materializarse, más allá de la mejoría del CD Laguna en cuanto a sensaciones. «Ha habido un proceso de adaptación, y por eso precisamente creo que la dinámica en estos últimos partidos ha sido buena. Eso hace que juguemos más, que tengamos más ocasiones, y así hemos podido marcar más goles. Estoy muy contento de ayudar al equipo, pero jugamos once. El caso es sumar y poder llegar a cumplir el objetivo», asegura Rodrigo.
Pies en el suelo
Con todo, prudencia. Los pies están en el suelo. A pesar de la buena racha de resultados, la escuadra lagunera continúa en el último puesto de la tabla clasificatoria, y, a pesar de haber recortado mucha distancia con respecto a sus rivales directos, sigue a nueve puntos de la salvación. «Hace cuatro jornadas lo que parecía imposible ahora es un sueño algo difícil de conseguir. Nosotros seguiremos trabajando día a día en mejorar como equipo e ir partido a partido sumando todo lo que podamos compitiendo siempre hasta la muerte», afirma Lisardo. Rodrigo reconoce que la última racha «ha ayudado muchísimo» para ver la situación de otra manera. «Hay que seguir, quedan once partidos y solo queda ganar. Siempre hemos confiado y, viendo los resultados, estamos convencidos de que podemos lograrlo«, asevera.
El míster también hace referencia a la fe y al trabajo. «Desde nuestra llegada, asumimos el cargo pensando en que se podía hacer. Es complicado, pero no imposible. El punto de partida de la plantilla, por la situación del verano, hizo que se partiera en mucha desventaja y, lógicamente, aún lo arrastramos. Pero quedan once partidos y por nosotros no va a quedar el trabajo para sacarlo adelante», sentencia Mariano.
Pase lo que pase, y sea cual sea el desenlace, el CD Laguna se ha ganado el derecho a soñar. El hecho de que pueda llegar a las últimas fechas de la competición con opciones ya es muy meritorio, dada la anomalía que se dio en esta edición de la Tercera RFEF y las adversidades con las que tuvo que lidiar el club. Este estado de forma no solo es importante para el equipo de Laguna de Duero, sino también para el fútbol de la provincia, con el Mojados bien posicionado para lograr la permanencia y con el Atlético Tordesillas en puestos de play-off de ascenso.