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Nueva derrota del Real Valladolid ante un Mallorca anodino

Como contra el Barcelona, los blanquivioletas se pusieron por delante, pero se vieron remontados y cosecharon la novena consecutiva

por Jesús Domínguez
10 de mayo de 2025
Nueva derrota del Real Valladolid ante un Mallorca anodino

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El Real Valladolid sumó su novena derrota consecutiva frente a un Mallorca que, como la semana pasada el Barcelona, contemporizó quizás en exceso, aunque le bastó lo poco que hizo para ganar. El cuadro balear dio la vuelta al marcador en dos de las tres únicas oportunidades que tuvo, mientras que los pucelanos marraron unas cuantas, sobre todo en la primera mitad, además de contar con un gol anulado poco después de encajar el 2-1.

Los blanquivioletas pudieron adelantarse a los seis minutos con un centro delicioso de Chuki, en una segunda acción de pelota parada, pero Greif cerró bien los espacios a Cömert, que no supo qué hacer con el balón y puso el muslo para un simulacro de remate. Sería, pocos minutos después, el propio Chuki quien pondría el 0-1, en una contra de tira línea, que lanzó Moro después de un buen robo de Nikistcher. La tercera, cerca del minuto 20, tendría los mismos protagonistas: Cömert robó, Moro volvió a lanzar y el portero evitaba el 0-2 de Chuki.

La afición bermellona empezó a inquietarse, a pedir a sus jugadores que le pusieran eso que empieza por hache, y Asano se equivocó al confundir la testiculina con la piscina: se tiró delante de Aznou simulando un penalti que no fue pitado. Demandó otro Muriqi, errando también, ya que confundió con dolor un tímido agarrón en el que, eso sí, Candela se la jugó. A la tercera, cuando la activación de los bermellones fue la correcta, llegó el empate, en una de esas (tantas) cosas que Aznou debe mejorar para ser élite y en un error de Luis Pérez.

El lateral izquierdo no tapó al servicio en el segundo palo, mientras que el derecho se dejó ganar la espalda por Omar Mascarell, que remató solo y empató a un Real Valladolid hasta entonces digno, pero defensivamente tan desastroso como siempre. De hecho, seguramente el conjunto blanquivioleta mereció irse por delante en el marcador al descanso, ya que salía bien y con claridad cada vez que podía -aunque en algunas fases pudo poco-. Pudo suceder al contrario, porque André Ferreira tuvo que evitar un buen remate de Valjent a balón parado.

Nueva derrota del Real Valladolid ante un Mallorca anodino
Chuki celebra su gol en el Mallorca – Real Valladolid

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Lo confesó Omar Mascarell antes de que empezara el segundo tiempo: Jagoba Arrasate pidió a ‘su’ Mallorca despejar la ansiedad y abrazar la calma en la segunda mitad. Dicho y hecho. Asano rompió a la espalda de Cenk y Aznou, que no supieron qué hacer ante el japonés. El resto de la zaga replegó y se hundieron todos, dejando la frontal libre por enésima vez, para que, en esta ocasión fuera Sergi Darder quien llegara desde segunda línea, sin Cömert ni Nikitscher, los encargados de cubrir esa zona, impidiera que rematara fácil con dirección a la red.

No tardó el Real Valladolid en hacer lo que pudo ser el gol del empate, en un centro de Moro en segundas nupcias con dirección al área. Pilló por allí a Cenk, que se había incorporado en el balón parado para rematar con un buen testarazo a la jaula, pero resultó que el extremo catalán tenía el pie en fuera de juego cuando, tras sacar desde la esquina, volvió a recibir el cuero. Tragada la saliva, superado el susto, el cuadro balear empezó a pasarse el esférico en circulaciones lentas que no encontraron una oposición demasiado fuera de sus contrarios.

Por si fuera poco, Álvaro Rubio prescindió de Chuki y Moro, que, ciertamente, no habían acabado de tener un arranque fuerte del segundo periodo, pero en el primero habían sido los mejores. Los minutos fueron pasando de manera plomiza, con el riesgo para los locales de que los visitantes, en un arranque, empatasen. Latasa lo pudo hacer en un centro de Luis Pérez, que apuró una jugada por abajo para servir un buen balón que tapó, otra vez, Greif. No fue una tendencia, pues no hubo una cadencia. No la hubo por parte de ninguno de los dos equipos.

Como quiera que el Real Valladolid ya no tiene nada que rascar, lo anodino va, sobre todo, en el debe del Mallorca, que se confió demasiado. Que no es que los blanquivioletas les pusieran en un compromiso en demasiadas ocasiones… pero, por lo menos, Machis y Anuar pusieron algo más para acercarse a su puerta. Y al fin y a la postre, fue el Pucela quien llevó más peligro a la portería rival, aunque lo acontecido en el global lo hiciera un poco de mentira, porque, al menos, antes del descanso fue capaz de generar como para marcar algún gol más.

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