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Un empleado de McDonald’s se come un McFlurry en el trabajo, es despedido y esto dice la Justicia al respecto

por Elena
19 de mayo de 2025
Un empleado de McDonald's se come un McFlurry en el trabajo, es despedido

Un empleado de McDonald's se come un McFlurry en el trabajo, es despedido

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Puede parecer imposible, pero un McFlurry de 1,90 euros se ha convertido en el centro de un problema legal que ha acabado en los tribunales, ya que un empleado de McDonald’s en el País Vasco fue despedido por consumir el helado sin pagarlo previamente, pero el Tribunal Superior de Justicia ha determinado que el despido fue improcedente. La razón es que el tribunal considera que la medida adoptada por la compañía fue desproporcionada, ya que el trabajador no tenía antecedentes disciplinarios.

Todo este caso ha generado bastante interés, así como debate, ya no solo por el motivo que hemos comentado y que es el causante de ese despido, sino porque también plantea ciertas preguntas sobre cómo de proporcionales deben ser las sanciones en el entorno laboral. Es por ello que solo nos queda preguntarnos si de verdad un simple helado puede hacer que alguien pierda un empleo, algo que, al menos en este caso concreto, la Justicia ya ha negado.

El helado de McDonald’s que le costó muy caro a uno de sus empleados

Como ya hemos visto al principio de este artículo, todo este revuelo comienza un día en el que uno de los empleados de Mcdonald’s se comió un McFlurry una vez había terminado con su jornada laboral y, según palabras del propio trabajador dijo que lo pagaría más tarde. El problema viene cuando el encargado d¡le pregunta por ello y, en un primer momento, el empleado negó que se hubiera comido ese helado y que ya había tirado el ticket, algo que según la compañía vulneraba la buena fe contractual en la cual se decía que los empleados deben pagar por cualquier producto que consuman, independientemente del precio que este tenga.

McDonald’s justificó el despido argumentando que el comportamiento del trabajador suponía un abuso de confianza, ya que no solo se comió el McFlurry sin pagar, sino que también mintió cuando le preguntaron por el incidente. A pesar de estas incongruencias en las versiones del empleado, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha tenido en cuenta que dicho trabajador no contaba en su expediente con ninguna otra sanción, además de considerar que el hecho en sí no era tan preocupante como McDonald’s decía.

La doctrina gradualista, el principio de proporcionalidad y cómo se han aplicado en este caso

En la doctrina gradualista recoge el principio de proporcionalidad, que es justo lo que ha tenido en cuenta y lo que ha señalado el tribunal vasco en su sentencia, y en la que se establece que no todas las faltas justifican que se despida a un trabajador, ya que esta es la medida más dura que se puede tomar, sobre todo si el empleado tiene un historial completamente limpio.

También se ha tenido en cuenta por parte de este tribunal el hecho de que el trabajador llevaba dos años en la empresa antes del incidente, tiempo durante el cual tampoco ocasionó ningún problema a su empleador.

Qué pasará con este trabajador y cómo puede influir esta sentencia

El fallo judicial obliga a McDonald’s a elegir entre readmitir al trabajador en las mismas condiciones que tenía antes del despido o indemnizarlo con 1.286,02 euros, aunque lo cierto es que la empresa puede recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo si lo considera oportuno.

Este caso pone sobre la mesa una reflexión importante sobre el manejo de situaciones similares en el ámbito laboral y, aunque McDonald’s puede sentirse en su derecho de sancionar un acto que percibe como indebido, la Justicia ha establecido que el despido debe ser la última opción, especialmente cuando no hay antecedentes disciplinarios previos que justifiquen tal medida.

La sentencia ha llamado la atención no solo por lo anecdótico del hecho en sí, sino también por el mensaje que envía a otras empresas sobre cómo deben gestionarse las faltas menores en el entorno laboral. Si bien el incumplimiento de la normativa interna puede ser motivo de sanción, recurrir directamente al despido puede resultar excesivo, tal y como ha señalado el tribunal.

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