Llega el verano y las ganas de comer melón y sandía, pero hay que tener cuidado si se compran ya cortados. No lo decimos nosotros/as, lo dice una nutricionista llamada Duna Nicolau y el motivo es que podrían ser poco recomendables a nivel de salud.
No se refiere solamente a esas bandejas de fruta cortada que se hacen tan apetecibles en verano, sino también a las piezas que ya están abiertas en el caso del melón y la sandía, solo por la mitad y envueltas en film transparente.
Un riesgo para la salud
La nutricionista advierte en su cuenta de Tik Tok y mediante un contenido que comprar melón o sandía envasado de este modo y cortado, puede ser perjudicial para la salud, sobre todo en verano.
Es cierto que muchas personas se aventuran a comprar así el melón y la sandía y quizás no han tenido nunca ningún problema. No obstante, este problema podría suceder en un momento dado, por lo que la experta prefiere avisar a que pille de forma abrupta a cualquier persona que los compre.
El hecho de que muchas personas compren un melón o una sandía abiertos y envueltos en film transparente, es para ver si están en su punto. De este modo, es sencillo saberlo porque incluso desprenden olor.
No obstante, la experta Duna Nicolau, que es dietista y nutricionista, ha comentado en su perfil de TikTok mediante un vídeo subido hace ya meses que esto es un error que puede acabar mal.
“Hoy he ido al supermercado y me he encontrado con esto”, dice mientras muestra imágenes de fruta cortada así y expuestas en el supermercado. Se trata de piezas de melón o sandía cortadas a la mitad y envueltas el film.
El motivo de no comprar melón cortado
En cuanto a estas piezas de melón y sandía cortadas ya, la nutricionista advierte que “tal vez muchos de vosotros no veáis nada raro, pero yo os explico lo que veo“, comenta preocupada.
“Al ver esto en el supermercado, muchos diréis…buah, me llevo el melón cortado porque para mí sola me basta” o “buah, quiero melón, pero no quiero comprar un melón entero“. Este es otro motivo por el que se compran piezas de melón o sandía a la mitad, si cuesta mucho acabarlos en casa. Pero ella comenta que “cuidado con eso porque puede ser un riesgo para la salud. Os explico por qué“.
Explica que “cuando la pulpa queda al descubierto, es mucho más probable que se contamine de algún modo. La fruta tiene una protección natural, que es la piel, en este caso el melón y la sandía es mucho más gruesa debido al suelo donde crece y desde el momento en que la abrimos, empezaría lo que sería la proliferación de microorganismos“, insiste.
Después añade que “el campo donde crecen pueden crecer microorganismos desde una Escherichia Coli a una Listeria, o incluso algunas salmonela“. Por esto, continúa “en el supermercado no nos estamos asegurando de que esté llevando a cabo una buena manipulación del alimento“.
Más peligro en verano
Además, a esto se añade que las frutas suelen estar expuestas a temperatura ambiente y aunque el melón o la sandía aguanten sin refrigerar, lo hacen siempre y cuando no estén abiertos, por mucho que lleven ese film.
El hecho de que estén expuestas a temperatura ambiente, para la nutricionista “puede hacer que incremente aún más el riesgo, ya que una vez que el alimento se corta tiene que ir en refrigeración” y añade que “de esta manera se está interrumpiendo lo que sería la cadena del frío y, por tanto, un mayor riesgo“, para poner mayor énfasis en la alerta que lanza a quienes compran así el melón y la sandía, especialmente en verano.
 
			