Punto a punto, empate a empate, el Málaga CF consiguió agarrarse a LaLiga Hypermotion con firmeza, sin pasar apuros ni entrar una sola jornada en los temidos puestos de descenso, a los que no quería mirar, pero a los que, como el resto de equipos que venían de Primera RFEF, podían haber atendido aunque fuera de reojo. No fue el caso porque Sergio Pellicer edificó un conjunto sólido, que sí, sumó diecisiete igualadas, pero, a cambio, apenas cosechó trece derrotas, una cifra que solo mejoraron los seis primeros clasificados e igualó el Granada.
Aunque Pellicer hablaba por el lejano mes de agosto de que quería ver un Málaga “valiente y atrevido”, fueron otros los rasgos más destacados de su equipo, esos que le hicieron difícil de batir. Sin desmentir al técnico, ya que los blanquiazules sabían bien qué hacer con balón, la falange defensiva fue sobre lo que construir para que los futbolistas de mayor talento se sintieran liberados. En su 1-4-2-3-1, que sin balón se convertía en un 1-4-4-2, a los rivales se les hacía complicado entrar, o al menos, hacerlo con la claridad suficiente para amenazarles.

Así, a lo largo de toda la temporada, solo el Elche, el Levante y el Mirandés fueron capaces de marcarles más de dos goles, y aunque atravesaron la típica mala racha que todos los equipos sufren en LaLiga Hypermotion, con cinco derrotas en seis jornadas, su situación para entonces era bastante holgada, y aunque haber continuado en caída libre podría haberles puesto en riesgo, tres triunfos en La Rosaleda en el tramo final sirvieron para abrochar una permanencia merecida. Y todo (en esos tres encuentros como locales) gracias a su prolífera cantera.
Málaga como cuna de talento
Sergio Pellicer pasa por ser el segundo entrenador con más partidos en la historia del Málaga, solo por detrás de Joaquín Peiró. Cuando volvió al club hace temporada y media, en enero de 2023, se puso en manos de varios jóvenes jugadores de La Academia, con los que no pudo evitar el descenso, pero sobre los que edificó en 2024 el retorno por la vía rápida a Segunda División. De los mejores de aquel plantel, le faltó Roberto Fernández, que se marchó en verano. Pero ahí estaban los Kevin Medina, David Larrubia, Antoñito, Aarón Ochoa o Izan Merino.

De todos estos, quien más, quien menos, ha tenido su oportunidad para buscarse. Aunque a la postre solamente Larrubia y Antonio Cordero hayan superado los 2.000 minutos, tuvieron más de mil el resto de mencionados, dando valor al trabajo de casa por encima de un mercado, todo hay que decirlo, deficitario en alguna posición específica -como se analizará a continuación-. Por encima de los demás, brilló ‘la nueva urraca’, un Antoñito por el que se peleaban el Real Madrid y el Barcelona y que jugará en el Newcastle la próxima temporada.
Los seis goles marcados y las seis asistencias otorgadas no hablan lo suficiente de la personalidad que mostró, gracias, en buena medida, a que el técnico supo potenciarlo. Y es que no solo jugaba a defenderse el Málaga, sino que, cuando tenía el balón, trataba de atraer al rival para luego verticalizar. En esta línea, a veces parecía que amasaba demasiado el cuero, pero era siempre para buscar en ventaja, sobre todo, a Antoñito, pero también a otras piezas del entramado ofensivo… incluso cuando su acierto de cara a portería no animaba demasiado a ello.

Chupe contra la sequía
El Málaga fue el sexto equipo que menos encajó, 46 goles, menos que nadie del noveno clasificado para abajo, pero, a cambio, fue el quinto que menos tantos hizo. Si bien Dioni acabó por llegar a los siete, ni la cifra es muy elevada ni tuvo demasiada compañía, puesto que fue el máximo goleador de un plantel en el que Roko Baturina, como en la cesión previa en el Real Racing Club, no fue capaz de destacar (apenas llegó a marcar dos goles).
Así fue hasta que llegó la irrupción de Chupe, delantero del filial que venía haciendo muy buenos números. A los veinticuatro goles en veintitrés partidos con el Atlético Malagueño le sumó cuatro decisivos en las últimas jornadas con el primer equipo (en menos de mil minutos), que sirvieron para rescatar un punto ante el Depor y para ganar por la mínima a Castellón y Real Sporting -ante quien hizo un doblete para remontar-. Cuatro dianas y siete puntos nada desdeñables para un delantero que promete seguir dando alegrías al Málaga en la 2025/26.
