La nueva (co)presidencia del Real Valladolid tiene los objetivos claros: el club debe volver al lugar al que, por su historia, le corresponde, la Primera División. No es el único marcado; ni siquiera sonó a urgencia marcarlo, si bien Gabriel Solares dejó claro que es la intención de aquí a doce meses. Pero por encima de ascender, que es obvio que también, él y Enrique Uruñuela se marcan un reto mayor, que es estabilizar al club en Primera División.
Lejos de hacer promesas que puedan resultar baldías o de ponerse objetivos que puedan sonar a imposibles, la intención franca es recuperar esa posición. “El Real Valladolid es el decimotercer club en Primera y Osasuna lo va a superar en cuanto consiga un punto. En los últimos veinte años, el corte nos sitúa en el puesto diecinueve o veinte. Para estar en el lugar que nos corresponde, hay que tener recurrencia y consistencia a largo plazo”, señaló con buen juicio Gabriel Solares, que no quiso obsesionarse al hablar de objetivos a corto plazo.
“Pensamos estar aquí mucho tiempo. El plazo más inmediato es el ascenso, pero el ascenso no es un fin: es un objetivo. El proyecto tardará el tiempo que sea necesario para recuperar ese lugar”, dijo, entendiendo por ello no la plaza que se perderá con Osasuna, sino ese asiento en la máxima categoría. “No vengo a hablarles de historia. Lo que vamos a hacer es regresar al club a la posición histórica que le corresponde”, insistió, antes de poner en liza otra serie de circunstancias que rodean a lo estrictamente futbolístico o al balón.
Otros objetivos
Y es que si desde el punto de vista deportivo “estar permanentemente en Primera División” es aquello a lo que aspiran los nuevos propietarios, también tienen claros otros objetivos, como que el Real Valladolid “tiene que seguir siendo símbolo de identidad y orgullo para los vallisoletanos, un referente en el fútbol de Castilla y León y un catalizador social para las personas que son parte de él”; si se tiene en cuenta aquellas interesadas la temporada pasada en ser abonadas, más de 29.000, a las que “hay que darles excusas para abonarse”.
Dado que este martes día 1 es “el primer día formal” en el club de Solares y Uruñuela, todavía necesitan conocer más información de otros proyectos como la ciudad deportiva., que saben que “lleva muchos años ahí”, por lo que quieren ver “la conveniencia y viabilidad” para saber “si es un tema prioritario”. Con todo, entre esas ideas iniciales no está el hacer una ampliación de capital, dado que creen que, en contra de opiniones recurrentes, una de las cosas por las que es más atractivo invertir en LaLiga es “el control económico”.
“Hace que el fútbol sea una industria de buena gestión, de diversificar ingresos para no depender tanto de derechos audiovisuales y de transferencias de jugadores y de generar eficiencia en la parte del gasto. Nosotros somos fieles creyentes de ese modelo económico. LaLiga está premiando la gestión, la diversificación y el incremento en cifra de negocio y vuelve ineficientes las ampliaciones de capital. El mensaje está ahí: hay que diversificar, profesionalizar y ser eficientes en el gasto”, desgranó Gabriel Solares.
Prioridad: la institución
Entre risas, los nuevos dueños confesaron haber pagado por el Real Valladolid “mucho menos de lo que vale”. Más serio, Enrique Uruñuela explicó que “la prioridad está en lo deportivo” y señaló que los cambios en el resto de la estructura llegarán a partir de este momento, de su llegada, si bien su equipo de trabajo -procedente de México-, sobre el papel, al menos por ahora, no traerá muchos cambios. “La prioridad número 1 es la institución. No habrá opiniones personales por encima de ella”, aseveró con rotundidad.
En este sentido, los objetivos marcados tendrán “siempre los valores del club: lucha, entrega, respeto y honor”, tanto en el proceso de retorno a Primera División como en el de estabilización que quieren realizar. “El principal cambio será el modelo de gestión. Lo escucharán repetidamente: buscamos la institucionalización del club, profesionalizar los procesos y las tomas de decisiones”, indicó, al tiempo que pidió “un voto de confianza” en este trabajo; “reagruparnos y estar juntos” como club, con la afición y alrededor de empleados como Víctor Orta, quien les acompañó en la presentación en calidad de nuevo director deportivo.
 
			