El Pucela ha hecho oficial ya la contratación de Ricardo ‘Riki’ de Moraes, extremo hispano-brasileño que llegará libre al Real Valladolid Promesas con un contrato que le vincula al club blanquivioleta hasta 2029. En una operación que se lleva cocinando desde hace meses, por la carta de libertad del jugador del ya exjugador del Logroñés, el Promesas se lleva a uno de los futbolistas más llamativos de Segunda Federación. Tras las incorporaciones de Hugo Wauthier, Álvaro de Pablo y Tomy Fernandez, llega otro futbolista para construir el nuevo Promesas de la 25/26.
Nacido en Río de Janeiro, llegó a España con apenas dos años y empezó a formarse futbolísticamente de manera muy temprana. Lo hizo en el Antiguoko, equipo vasco de la ciudad de San Sebastián, y más tarde en la cantera de la Real Sociedad, desde donde, en 2022, saltó al CD Berceo, donde comenzó a jugar en su juvenil y acabó debutando con el primer equipo.
Fue ahí donde llamó la atención de la UD Logroñés, donde llegó y besó el santo, logrando unos números alejados de lo esperado en su primera temporada, con 12 goles en la 23/24 con el filial del club riojano. La pasada campaña, la 24/25, jugó en total 1450 minutos en el primer equipo de la UD Logroñés en Segunda Federación, siendo uno de los jugadores más vistosos de la categoría a pesar del bajón de números que supuso el salto de categoría para Riki de Moraes.
Verticalidad y agilidad diferencial para el ataque
Su dinamismo a la hora de actuar como atacante es quizá su valor más llamativo y estético, pero aúna otras virtudes que lo han hecho brillar con la UD Logroñés en la pasada campaña. Con un pie izquierdo muy fino y técnico, su capacidad para regatear en zona de tres cuartos tiene mucho valor, pudiendo sumar último pase y visión de la oportunidad partiendo desde cualquiera de las dos bandas.
Siendo un jugador lateralizado, su margen de mejora de cara a portería es alto, pero esa posibilidad y preferencia de jugar a banda cambiada le confiere cierta capacidad para crear oportunidades con cierta asiduidad y multiplicar el peligro en las inmediaciones del área rival, siempre potenciado por sus recursos en el uno contra uno y su facilidad para encontrar huecos productivos. Liviano, veloz y con buen ritmo de juego en ataque, debe pulir su capacidad para sumar en la presión y ganar peso para ser más notorio en los duelos físicos.
Acostumbrado a ser parte importante de una UD Logroñés que le ha utilizado en ambas bandas en un 1-4-3-3 y un 1-4-2-3-1, la realidad es que esa versatilidad y la capacidad para adaptarse a varias posiciones le abre las puertas en un filial que necesitará sangre nueva para seguir puliendo sus virtudes y aumentando su capacidad para ser un actor potente dentro de la categoría. Riki de Moraes puede ser un futbolista clave en diferentes situaciones y en los diferentes planes de juego que pueda llevar a cabo el Promesas.
Plan renove en el Promesas
El club presenta a Riki de Moraes horas después de hacer público un comunicado con el estado actual de los contratos en un Valladolid Promesas que deberá dar un paso adelante en esta nueva 25/26. Con muchas dudas aún en todos los sentidos en el terreno deportivo a la espera de decisiones de la nueva directiva, el equipo filial ha incorporado, con el extremo de 21 años, cuatro piezas nuevas (Tomy Fernández, Álvaro de Pablo y Hugo Wauthier).
Sabiendo que hay hasta once bajas (Fer Pérez, Arnau Rafús, Adri Gómez, Raúl Chasco, Verde, Enrique Peña, Mario Sesé, Carlos Bonilla, Antonio David, Tomás Cáceres y Mokha), de momento, en el Promesas, Riki de Moraes es una cara nueva más en un proceso que aún tiene plazo para seguir mejorando el equipo para los retos futuros y que deberá contar con las piezas promocionadas desde el juvenil (Miguel Flores, Arco, Aranda, Platero, Rulo, Yago San Miguel y César Porras) con las que seguirán tras la campaña pasada a las órdenes, primero, de Álvaro Rubio y, más tarde, de Manu Olivas.