Parece que no habrá verano tranquilo en el Real Valladolid. Menos aún tras el descenso de categoría que ha acabado por remover todos los cimientos del club y que ha obligado a mirar cada paso del club con lupa. Después de dejar atrás la espera por la nueva propiedad y su dirección deportiva elegida, es el turno del entrenador. En una semana en la que puede haber novedades, como ya adelantó Víctor Orta, parece que el foco se ha desplazado claramente a una figura como la de Guillermo Almada, entrenador uruguayo que podría ser el nuevo jefe del vestuario en el Pucela.
El Pucela se encuentra ante una encrucijada decisiva que podría marcar los primeros meses post Ronaldo. El tiempo apremia, la afición exige respuestas y la próxima temporada, con el ascenso como meta casi ineludible, necesita una guía clara desde el banquillo, que ha ido transitando por diversas opciones como Borja Jiménez, Luis García Plaza o Rubén Albés.
Entre todos esos nombres que han ido apareciendo, las semanas parecen haber ido haciendo sobresalir a dos por encima del resto: Guillermo Almada y Borja Jiménez. Uno representa el riesgo y la ambición de un salto internacional y el otro, la certeza de conocer la categoría, los ritmos y el contexto, además de tener un pasado en Valladolid. Dos perfiles distintos para un mismo desafío complejo: devolver al club al lugar que acaba de abandonar.
Guillermo Almada, favorito al banquillo
Guillermo Almada, ex técnico uruguayo del Pachuca, ha irrumpido con fuerza en las últimas horas para convertirse en el gran favorito para ser nuevo entrenador blanquivioleta. El acuerdo verbal entre el entrenador y el Real Valladolid parece estar prácticamente sellado, tal y como confirman medios como el Diario AS, a falta de que el club concrete su interés y se haga efectiva la firma de su contrato. Almada, de 55 años, ha ganado prestigio en México por su estilo ofensivo y su capacidad para trabajar con jugadores jóvenes.
La trayectoria de Jorge Guillermo Almada Alves, nacido en Montevideo en junio de 1966, comienza en clubes de Uruguay, primero en Tacuarembó y más tarde en River Plate de Montevideo. Esas dos experiencias le permiten saltar, más tarde, al fútbol ecuatoriano, donde entrenó al equipo más importante del país, Barcelona, donde gana la Serie A de Ecuador en la 15/16.
Esa aventura le abriría la puerta, más tarde, del fútbol mexicano, primero en Santos Laguna, para ganar el Apertura de la Liga MX, y más tarde en Pachuca, donde ha cosechado sus mayores éxitos a nivel nacional, ganando el Torneo Clausura de la Liga MX en la 21/22 y la Champions Cup de la Concacaf en la 23/24, que le dio derecho a disputar la Intercontinental frente al Real Madrid en diciembre de 2024.
Más que una decisión
En ese cruce de caminos, cada decisión adquiere una dimensión mayor, pues no se trata solo de elegir a un nuevo entrenador, sino de definir qué tipo de proyecto quiere comprar el nuevo Real Valladolid de Solares y cía. Mientras el reloj sigue corriendo, las conversaciones están en marcha y nada parece cerrado, parece que la balanza empieza a caer hacia la opción de tener un nuevo protagonista uruguayo en el banquillo del José Zorrilla.
Tras un descenso doloroso y una reestructuración en marcha, el Real Valladolid ha convertido la elección de su nuevo entrenador en el primer gran pulso de su nuevo proyecto. Con la llegada de Víctor Orta como director deportivo, el club se enfrenta a una decisión que marcará el tono y la ambición del curso 25/26. La apuesta por la seguridad de Borja Jiménez o por la ruptura que representa Guillermo Almada parece no asustar y las negociaciones parecen avanzar a favor del uruguayo.