El Real Valladolid ha hecho oficial la llegada de Guillermo Almada, nuevo entrenador del conjunto blanquivioleta que llega para encarar el proyecto de la nueva propiedad y de Víctor Orta. Aterriza en Valladolid tras haber ganado el pulso al resto de candidatos y, ante todo, para la sorpresa de muchos que aún no lo conocen. El entrenador, con buen rendimiento y éxito en Pachuca, deberá hacer frente al reto del Pucela con uno solo de sus asistentes, Darwin Quintana, que será su segundo entrenador en Valladolid.
El entrenador, nacido en Montevideo en 1969, encara su primera experiencia en Europa a bordo de un Real Valladolid con necesidad de convertir las dudas en ilusión y los malos recuerdos de la pasada campaña en solo un borrón en la memoria. Una tarea nada sencilla pero que tratará de encarar con la experiencia desarrollada a lo largo del continente americano, desde su Uruguay natal al fútbol mexicano pasando por Ecuador.
Como suele pasar, definir su trayectoria no se reduce a sus pasos como entrenador. Como futbolista, Guillermo Almada fue un centrocampista de gran trayectoria que jugó hasta 2007. Su carrera fluyó sobre todo en Uruguay (Defensor Sporting, Cerro, Tacuarembó, River Plate, Wanderers, Fénix…), aunque tuvo oportunidad de vivir experiencias también en Colombia (América de Calí), Chile (O’Higgins) y Guatemala (Aurora). Sin embargo, sí ha sido como entrenador donde ha conseguido sus mayores logros en el balompié.
Guillermo Almada: de Uruguay al mundo
Comenzando su carrera en Tacuarembó como entrenador del segundo equipo, pasó a entrenar a los mayores en 2009. Aunque no tuvo grandes éxitos, sí fue el equipo donde empezó a conformar un plan de juego atrevido, con importancia por la presión y por el ritmo alto en defensa y en ataque. Su camino le llevó a otro exequipo, en este caso River Plate de Montevideo, donde dio el salto en 2010, para pasar cinco temporadas al mando del conjunto de La Dársena.
De primeras, logró el Torneo Preparación en 2012, además de hacerse notar en el ámbito nacional con unos muy llamativos tercer y cuarto puesto en la tabla final del Torneo Clausura de la 12/13 y en la 13/14 respectivamente (estas últimas aventuras con el premio de la Copa Sudamericana) y un segundo puesto también en el Apertura 13/14. Esa primera fase de su carrera en Uruguay le llevó a pulir su plan de juego y fue condecorado en dos ocasiones como mejor entrenador de Uruguay (en 2012 y 2015).
El éxito en ese paso por River Plate le granjeó la atención de otras realidades deportivas y uno de los equipos con más masa social de Sudamérica le confió el equipo. Barcelona de Guayaquil le dio el mando en un equipo que siempre aspira a todo en el país y que tiene como reto siempre superarse internacionalmente. En ese momento, Barcelona estaba ya de capa caída ante la superioridad creciente de un Independiente del Valle en subida y el resurgir de equipos como Liga de Quito o Emelec.
El salto a Ecuador y la llegada a México
Almada sustituyó a su compatriota Rubén Israel en el banquillo en junio de 2015, donde Barcelona SC fue cuarto en la Apertura (Primera Etapa) y sexto en la Clausura (Segunda Etapa). Sería al año siguiente donde sus buenos resultados darían sus frutos, logrando Apertura y Clausura en 2016 y haciendo un gran papel en la Copa Libertadores el año siguiente, 2017, superando a Palmeiras y Santos en las eliminatorias y cayendo en las semifinales contra Gremio (que resultó campeón ante Lanús). En 2016, tras el éxito nacional, fue nombrado mejor técnico de Ecuador.
Esos éxitos con Barcelona le abrieron otros mercados, que lo llevaron a plantearse la salida de Barcelona para medirse en Norteamérica a bordo de Santos Laguna en la Liga MX. En Santos Laguna se empezó a ver de manera muy clara en un fútbol contrastado lo que ha hecho de Almada un técnico muy valorado. Equipos valientes, bravos hacia el ataque y con calidad para salir juntos desde atrás.
Santos Laguna evocaba la idea de su entrenador con presteza y con capacidad, aunque los despistes defensivos y las dudas en las ayudas les acabaran afectando. Ese matiz hizo de la etapa de Almada en Santos Laguna un interrogante. Sin grandes éxitos notorios, la realidad metodológica del equipo se hizo muy patente, aunque los resultados no acabaran de hacerlo notar.
Desde la Clausura de 2019, donde pasó a entrenar a los albiverdes, sus temporadas más notorias fueron las de 2020 y 2021, ganando la Apertura en la primera y logrando un segundo puesto en la segunda. Dos realidades que hicieron ver que había más trabajo que triunfos en Torreón, pero la mejoría con respecto al trabajo de sus antecesores, Salvador Reyes o Robert Siboldi, era evidente, logrando estar presente siempre en los primeros puestos de la Liga MX disputando la hegemonía a los más grandes de México.
Las buenas sensaciones con los Tuzos
Grupo Pachuca fue práctico a la hora de entender que el potencial de Guillermo Almada tenía mayor cabida en un equipo con altas ambiciones como Pachuca y con un trabajo de cantera y una plantilla más cercana a las características de juego del uruguayo. Fue en 2022 que se puso al mando, aplicando su fútbol en un grupo en el que en seguida supo imprimir voluntad ofensiva, profundidad por bandas y automatismos para salir jugando. Un equipo valiente, con capacidad para sorprender a los grandes equipos y voluntad y habilidad para ejecutar la idea de un técnico que supo convencer a los Tuzos. En la Clausura de 2022, un segundo puesto, en la apertura, líder.
En las siguientes campañas, menor presencia nacional pero mayor potencia internacional, llegando a octavos de final de la Champions Cup de la Concacaf en 2023 y ganar el torneo solo un año después, en 2024. Un logro que le dio la oportunidad de medirse, en diciembre de 2024, al Real Madrid en la Copa Intercontinental, en la que cayeron ante los merengues por tres goles a cero. Diferencias irreconciliables entre los dirigentes de Pachuca y el entrenador hicieron que, en mayo de 2025, Guillermo Almada pusiera fin a su idilio con el equipo mexicano, al que muchos de sus aficionados han apelado tras quedarse fuera en fase de grupos del Mundial de Clubes: “Con Almada hubiera sido distinto”.



