El Real Valladolid deberá facturar en el aeropuerto más equipaje del que llevó a Chile, ya que con la expedición también viajará un bonito trofeo para conmemorar este Desafío Centenario que ha puesto en valor la historia que hermana al Colo-Colo con las tierras vallisoletanas. Los de Guillermo Almada vencieron de nuevo al ‘Cacique’, esta vez por 0-1, tras retocar la alineación en el descanso, proclamándose así campeones de este trofeo amistoso para celebrar el centenario de la entidad andina, un acto que ha hermanado aún más a ambos clubes.
La primera mitad del Real Valladolid fue muy floja en líneas generales. Almada repitió once y dibujo. El conocido 4-4-2 con Marcos André y Latasa en punta que, de nuevo, no se entendieron entre ellos. Ofensivamente los extremos tampoco destacaron, Biuk por la banda derecha mostró menos eficiencia que por el costado izquierdo y Amath no hizo un buen partido. Alani, uno de los mejores en el amistoso anterior, tampoco fue capaz de repetir esas buenas sensaciones.
El Real Valladolid apenas generó peligro en este primer acto. La primera ocasión clara del partido estuvo en los pies de Clerveaux. Tras una pérdida de Alani, al contragolpe recibió la pelota el atacante del Colo-Colo y trató de batir a Guilherme con un fuerte disparo a media altura al palo largo, pero Guilherme, muy serio una vez más, metió una buena mano para despejar la pelota. Clerveaux volvió a ser protagonista unos minutos después, llegó a línea de fondo y puso un buen pase atrás a Oroz, que erró en el remate.
Lo más cerca que estuvo el Pucela del gol en la primera parte fue tras una recuperación de Stipe Biuk en la salida de balón del conjunto chileno. El esférico salió rebotado hacia Alani, que disparó rápidamente desde la frontal, pero su tiro raso y buscando el palo izquierdo de Villanueva se marchó desviado por línea de fondo. Los blanquivioletas estuvieron imprecisos y sin creatividad, el Colo-Colo fue mejor en los primeros 45 minutos.
Un bonito homenaje a David Arellano
En el 35′ la historia se personificó en el Monumental. En el mismo minuto en el que David Arellano sufrió el fatídico golpe que originó la historia que unirá para siempre al Colo-Colo con Valladolid, su bisnieto, Tomás Arellano, ingresó al terreno de juego con la misma indumentaria que su antepasado. Tomás se colocó en el centro del campo y se llevó a cabo un minuto de silencio en honor a la leyenda colocolina. Tras reanudarse el juego, nada del contexto hasta el momento cambió, pero el paso por los vestuarios sí que modificó el guion.
El bonito homenaje de Tomás Arellano, bisnieto de David Arellano, en el #ColoColoRealValladolid. pic.twitter.com/2x5e7DKKrZ
— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) July 26, 2025
El Real Valladolid mejoró considerablemente tras el descanso
Chuki, Aceves y Maroto entraron de golpe en el entretiempo, por Amath, Guilherme Fernandes y Alani. Este triple relevo brindó aire fresco al Pucela y, sobre todo, más herramientas en ataque. A pesar de no modificar el esquema – seguía siendo un 4-4-2 -, Chuki flotaba más por dentro, dejando el carril libre y participando de forma directa en la construcción de la jugada. Precisamente fue importante para abrir la lata.
En el rechace de un córner, Chuki, Garri y Biuk se asociaron a la perfección, Garri puso un centro perfecto al segundo palo para Juanmi Latasa, que remató con un gran gesto técnico de cabeza. El Real Valladolid no era el mismo de la primera parte y este tanto corroboró esas sensaciones. Marcos André pudo poner el segundo con otro testarazo en una falta lateral, pero su intento se marchó fuera.
En el ecuador del segundo acto el encuentro se animó. En una transición Lucas Cepeda buscó el empate con un buen disparo lejano que buscaba la escuadra, pero que no vio puerta. Respondió rápido el equipo dirigido por Guillermo Almada con un centro de Alejo, que entró como lateral derecho, al que Marcos André no logró llegar, pero sí pudo recogerlo Biuk, que tiró al palo corto, pero paró Villanueva.
Marcos André fue sustituido para dar paso a Xavi Moreno y, por tanto, modificar la disposición del equipo blanquivioleta en el campo, pasando del 4-4-2 a un 4-2-3-1 con Chuki en la mediapunta. En el tramo final Víctor Ocampo vio la tarjeta roja por doble amarilla tras una falta sobre Biuk y, entre las mejores sensaciones y la superioridad numérica, el Real Valladolid fue protagonista hasta el final, aunque el marcador no volviera a moverse.
El Real Valladolid se alzó con el trofeo del Desafío Centenario de forma merecida, venciendo en los dos duelos y mostrando los frutos tempranos del trabajo de la pretemporada. La plantilla dirá adiós a Chile, pero pronto visitarán un nuevo país para afrontar otro amistoso. Próxima parada: Bristol.
Más que un trofeo o dos partidos, lo que hemos ganado ha sido un club hermano para siempre.
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