De amarillo, como sus campos. Así vestirá el Real Valladolid cuando se enfunde su tercera equipación. Con un color que tiñe Castilla cuando el verano asoma, señal de que es tiempo de siega. Uno, además, que en ocasiones algunos han demandado que debía volver, recordando aquella prenda de la temporada 1999/00 más que la de la campaña 2023/24, cuando fue en unos tonos semejantes, pero el escudo no era el que todo el mundo quería. Es, la nueva camiseta, el culmen del homenaje que el Real Valladolid hace a su tierra esta temporada.
Ese tono amarillo del trigo forma parte de la tradición castellana y de una provincia que merece ser honrada por el esfuerzo en el campo y el blanquivioleta que porta en el corazón. Y lo es este año, en la serie de prendas que el equipo de Guillermo Almada y el resto de la estructura portarán por los terrenos de juego, como símbolo de una tierra que a veces tiende al vacío, como otros lugares de España, pero no al desarraigo. Ese amarillo es una representación del terruño al que Miguel Delibes y otros tantos escribían -y describían- con orgullo.
La espiga en el amarillo
El amarillo será el color predominante de una tercer equipación en la que, como no podía ser de otra forma, el blanco y el violeta también están presentes en detalles como el cuello, en solapa y con botones, o como en el escudo, monocromado en violeta. Sobre este color, en la parte delantera, se dibujan espigas de trigo, que dan sentido a la apuesta estilística -acertadísima- del Real Valladolid, que completará la vestimenta, cuando luzca esta camiseta, con un pantalón y unas medias del mismo color, con algunos matices violetas, según informa el club.
De esta manera, Kappa y el Real Valladolid cierran la serie ‘Nuestras raíces, nuestro orgullo’, lema del que se ha valido para la creatividad de esta temporada, y que tantos elogios ha despertado en redes sociales gracias a las otras dos prendas, que ya han sido estrenadas en los tres primeros amistosos. Con todo ello, el club ha querido realzar “lo que somos, nuestro pasado y el futuro por el que trabajamos, como siempre se ha hecho aquí”. En el caso del trigo, recordando que “ha dado de comer a lo largo de los siglos” a una tierra a la que, ahora, tocará honrar también en el césped.
 
			