Han saltado las alarmas en los últimos días en Zorrilla y no tiene que ver con la pretemporada o con los últimos resultados del equipo. El césped es, en este caso, el causante de la preocupación que parece estar convirtiéndose en un dolor de cabeza para la parcela deportiva y para el sector de cuidado del pasto en el estadio blanquivioleta. Algo que se percibe a simple vista y que preocupa a todas las partes, acostumbrados como estamos en Valladolid a presumir de alfombra verde en Zorrilla.

La razón no es otra que un retraso más que evidente en el estado del césped en el José Zorrilla, que muestra una imagen muy desmejorada en estas semanas, lo que desluciría el comienzo de una temporada que, ahora ya sí, está a la vuelta de la esquina. Esto podría ser un problema desde un punto de vista competitivo más que estético (por afluencia de lesiones o de dificultad para hacer rodar la pelota), por la falta de margen que hay para el comienzo de las competiciones y con el duelo del Trofeo Ciudad de Valladolid este próximo miércoles.
A finales del mes de junio, el estadio José Zorrilla comenzaba el proceso de escarificación del verde, para facilitar la fortaleza y el aspecto del césped, pero el estado en el que se encuentra en la actualidad hace pensar que los procesos van más lentos de lo debido. Por aclarar, el proceso de escarificación facilita la absorción de luz y agua por parte de las raíces, permitiendo una mejor expansión y facilitando que el crecimiento del pasto sea regular y conforme a la práctica deportiva, algo común en los meses de verano y que mejora las prestaciones del terreno de juego en los estadios para el comienzo de la temporada.
“No va a estar al 100%, pero estará para jugar”
El tema ha saltado a la cotidianidad del club y se ha aprovechado la presencia de Víctor Orta para preguntar sobre el estado del césped, en la rueda de prensa de presentación de Julien Ponceau y Guille Bueno. Orta reconocía los problemas, pero trataba de tranquilizar a los asistentes a la rueda de prensa sobre el estado actual del césped de Zorrilla. “Va a estar lo suficientemente bien para disputar un partido de fútbol”, afirmaba el director deportivo con total tranquilidad. Asumiendo la realidad del manto en el que se jugarán, el próximo miércoles 6 y el viernes 14 de agosto, los dos primeros partidos de la temporada en el feudo blanquivioleta.

Según el mandatario, la razón de tal retraso en la mejora de las instalaciones deriva de la falta de agua, lo que ha conllevado un retraso evidente en los procesos de cuidado del césped. “Han habido unas situaciones que no han sido satisfactorias en este momento de calentamiento global”, comentó Víctor Orta y reconoce que en el club esperaban que estuviera “mejor de lo que está ahora”. Tal y como reforzó el propio Orta en todo momento ante los medios y comentan en el club cuando Blanquivioletas ha querido saber más del tema, todo marcha conforme a los planes a pesar de todo y el terreno de juego estará “lo suficientemente bien para jugar”, con ambos partidos en mente.
El jardinero del Valladolid, premiado
Es normal pensar que pueda haber cambiado algo en la preparación del césped blanquivioleta, pero desde hace años es Antonio Blanco quien se encarga del cuidado del estado del césped del estadio José Zorrilla y de Los Anexos, una referencia en el cuidado del césped del feudo pucelano y, cabe destacar, reconocido a nivel internacional por su labor como ‘greenkeeper’.
Cabe destacar que, en diciembre de 2023, el propio Antonio Blanco y su staff, fueron galardonados con el Premio Groundsman, otorgado por el trabajo de cuidado y mantenimiento del césped para la práctica deportiva del fútbol en el estadio José Zorrilla. Un trabajo encomiable que le ha dado repercusión y que siempre ha sido motivo de orgullo en el club y en la ciudad por la calidad del tapete blanquivioleta durante la temporada. Un ejemplo de cuidado, calidad y prestaciones que no está en su mejor momento y que puede que llegue tarde a la 25/26.
Caracterizado siempre el feudo vallisoletano por sus durísimos inviernos, la calidad del césped y los cuidados al mismo hacen partir al estadio del Pucela de unos mínimos claramente altos, referencia en toda España y Europa, que obligan a ir un paso más allá y que tiene a su afición, equipo y rivales acostumbrados a unos estándares de calidad muy lejos de lo que, de momento, parece posible hoy día.
 
			