El Burgos CF ha puesto a otro viejo conocido al servicio de Luis Miguel Ramis. Víctor Mollejo, como antes hizo con Tomeu Nadal o Sergio González, penúltimo futbolista en llegar a El Plantío. El versátil atacante, de hecho, ofreció unas buenas prestaciones a las órdenes de quien de nuevo será su entrenador cuando militaba en las filas del CD Tenerife, puesto que aquella temporada sumó seis participaciones en goles, cuatro marcados y dos en los que asistió, unos guarismos que solo replicaría más tarde con el Real Zaragoza, en la temporada 2023/24.
A sus 24 años, Mollejo cuenta ya con bastante experiencia en la categoría. Concretamente, ha disputado 146 partidos en LaLiga Hypermotion, contando el play-off de ascenso que disputó como chicharrero y bajo las órdenes de Ramis, un objetivo con el que el Burgos lleva soñando años. Además de en el Tenerife y el Zaragoza, el atacante militó en el Deportivo de La Coruña, en el Mallorca o en el Getafe, en este último destino, en una Primera División en la que había tenido la oportunidad de debutar militando en el Atlético de Madrid.

El Mollejo post-lesión, en busca del anterior
Precisamente es desde el Atlético de Madrid desde donde llega traspasado a coste cero, aunque el conjunto colchonero “se reserva un porcentaje de una futura venta”, según concreta el propio Burgos, con quien firma hasta 2028. Lo hace después de superar una grave lesión de rodilla que impidió que la temporada pasada pudiera encontrar acomodo en otro lugar o destacar en el Atleti B a las órdenes de Fernando Torres, quien solo lo pudo usar en once ocasiones (y marcó tres goles). Es, no en vano, un jugador de una categoría mayor que la Primera RFEF, como en El Plantío tratará de demostrar, ya que, dada su juventud, todavía puede crecer o revalorizarse.
Así, tiempo atrás, en 2019, fue campeón de Europa con la selección española sub-19 y se convirtió en el primer jugador nacido en el siglo XXI que debutó en el Atlético de Madrid. Después de esas muestras de su potencial, fue buscando su sitio en los destinos antes mencionados, en los que mostró ser capaz de desenvolverse en todo el frente del ataque con calidad (lleva dieciocho goles en Segunda), pero también con agresividad a la hora de defender, un rasgo que le ha hecho ser muy tarjeteado, pero que sumará al plantel blanquinegro. En definitiva, es otro soldado para un Burgos que, de paso, sigue firmando gente joven y en propiedad.
