Un inolvidable 22 de agosto de 1972, en la ciudad de Valladolid echaba a andar un torneo que formaría parte del ADN de la afición blanquivioleta. El Trofeo Ciudad de Valladolid tomaba prestado el nombre de la ciudad orgullosa de sus raíces, de su historia y de su vínculo con un club que, en esos años, no vivía sus mejores días, a la espera de que los ochenta trajeran mejores historias y gestas.
Hoy, 53 años después, seguimos celebrando ese vínculo con el club de nuestras vidas en torno a ese torneo, hoy algo olvidado, pero que sirve siempre para presentar cada año al equipo en sociedad. En el histórico, equipos míticos y con mucho cartel han sido capaces de luchar por el torneo o, incluso, levantarlo en Zorrilla. Con 28 títulos, encabeza, como es lógico, el Real Valladolid, pero grandes equipos encabezan el honor de discutir la segunda plaza en el palmarés, como Dinamo de KIev, Atlético de Madrid, Boca Juniors, Grêmio, FC Barcelona, Lille OSC o Cruzeiro.
Los orígenes del trofeo
El torneo nació en plena euforia por la inauguración de la nueva iluminación del Viejo Zorrilla en 1972. En esa primera edición, el Real Valladolid alzó el trofeo ante el Vasas de Budapest, en una velada histórica que enfrentó a ambos finalistas también con el Nacional de Montevideo y el Burgos. El equipo pucelano acababa de vivir su primer gran momento internacional y el ambiente que se respiraba aquella noche sentó las bases de una tradición que, más allá del resultado, cimentó la identidad de la afición en su propio torneo.

Durante las tres primeras décadas, el trofeo tuvo un formato de semifinales y final, en una estructura permitió la presencia de gigantes sudamericanos y europeos. Cada evento se vivía como una fiesta y la ciudad cobraba brillo alrededor del escudo del Pucela. En una época en la que estos torneos impregnaban de estatus y brillo a los equipos anfitriones, el Valladolid creció en presencia y ambición, fortaleciendo un vínculo cada vez más sólido con su hinchada.
Tiempos modernos en el Ciudad de Valladolid
Hasta 1988 no se cambió el formato a partido único. Es entonces cuando el Real Valladolid firmó una racha espectacular, ganando el trofeo en numerosas ediciones. Incluso más recientemente, entre los años 2000 y 2005, el club fue capaz de levantar seis trofeos seguidos en su propio estadio, reforzando su liderazgo local y su capacidad para dominar en el torneo.

En el mejor de esos veranos, la ciudad vibraba con el eco del himno blanquivioleta y el aroma del césped en vísperas de una liga por comenzar. Hoy muchos lo pueden ver como un partido de pretemporada más, pero pocos podrían negar, conociendo su historia, que el trofeo representa un puente que conecta al pasado con el presente del club en un momento clave, justo antes de que la nueva temporada eche a andar.
Una nueva cita en Zorrilla
La nueva edición se disputará este miércoles, 6 de agosto, a las 21:00 horas en el José Zorrilla. Será frente al Getafe CF, un rival que regresa por tercera vez al torneo blanquivioleta, tras las ediciones de los años 2006 y 2011 en las que el equipo pucelano se quedó con el trofeo. Para el Real Valladolid, será el penúltimo test antes del debut liguero (jugará el sábado ante el Burgos en El Plantío), el único en el feudo pucelano antes del encuentro liguero ante el Ceuta.
Una nueva oportunidad para presentar ante su gente las recientes incorporaciones y examinar los necesarios automatismos ante un adversario al que conoce a la perfección. Siendo como es el trofeo un un espejo para el club y su relación con la ciudad, actuando como una mirada al pasado y una antesala para el futuro para la familia blanquivioleta. Aun sin el brillo de las primeras décadas de celebración del trofeo, el Ciudad de Valladolid sigue teniendo sentido a través del vínculo institucional que el Valladolid construyó en su historia.
 
			