Por si no fuera suficiente trabajar todo el año para intentar disfrutar de unas buenas vacaciones para relajarnos y tratar de aprovechar el tiempo libre, hay quienes tienen la mala costumbre de tratar de amargarnos la experiencia con estafas y engaños que puedan interrumpir nuestro humilde camino a la felicidad.
Proliferan, cada día, nuevas formas de estafa y la realidad es que la Policía Nacional y la Guardia Civil, en España, trabajan de manera enérgica para evitar este tipo de situaciones. Hoy, se conoce un nuevo tipo de estafa que involucra a los aeropuertos, en un punto álgido en estas fechas y que multiplica la opción de caer en el embuste. Os lo pensamos contar todo, así que atentos a todo para evitar sustos.
Un nuevo tipo de estafa que está proliferando en los aeropuertos españoles y está amargando la existencia a demasiadas personas, que son engañadas vilmente haciéndoles creer que existe una incidencia con su maleta. La mecánica del timo está más que estudiada y se sirven, además, de ropa reflectante para hacer creer a las víctimas que son personal regular del aeropuerto.
En ese momento, declaran a los elegidos como víctima que existe un problema con el equipaje para llevarlos a un lugar apartado y un cómplice sustrae de manera sutil bolsos, maletas, ordenadores, móviles o cualquier objeto de valor que la persona, inmersa en los quehaceres falsos de la reclamación, descuida y pierde mientras está siendo engañada.
Una estrategia clave para una estafa bien medida
Los expertos ya alertan de que los ladrones no se sirven de la ingenuidad, sino de una mecánica lógica a nivel psicológico. En los aeropuertos no somos las mismas personas que en nuestras vidas. Hay tantas cosas que dependen de terceros que vamos siempre encadenados a que todo marche bien y no haya problemas. Es por eso que, en seguida, damos credibilidad a cualquier tipo de problema que pueda darse en los pasillos del aeropuerto.
El cansancio tras un vuelo y la presión de poder resolver el problema cuanto antes y tratar de recuperar tus pertenencias hacen el resto. Basta con un chaleco, un tono convincente y un gesto de seguridad ante la explicación y nuestro cerebro baja todas las defensas ante el llamado principio de autoridad. Una realidad que, en estos casos, se convierte en un arma en manos de los estafadores.
Algo que, sin ese proceso mental que vivimos en este tipo de situaciones nos parecería inverosímil. Tal y como comenta la Benemérita, no hay posibilidad real de que un empleado del aeropuerto salga a interceptar a un viajero en particular por un problema con su maleta. Ante casos graves que pudieran darse, siempre sería un agente de la autoridad y no un simple empleado de una aerolínea.
Claves fiables para no caer en la trampa de los estafadores
Además, situaciones relacionadas con estos temas suelen resolverse en los mostradores de la aerolínea o de Aena, no en cualquier espacio del aeropuerto. Señales que, desde la lógica, parecen esenciales para no caer en este tipo de timos pero que, actualmente, hubieran podido servir para que muchas de las personas que ya han sido afectadas pudieran haberlo evitado.
La regla de oro, parece ser desconfiar de la ayuda no solicitada y, sobre todo, fijarnos muy bien en las credenciales de las personas que, sin solicitarlo, vengan a auxiliarnos en temas que no nos generen toda esa confianza. La Guardia Civil resume la cuestión en una máxima: todas las incidencias se resuelven en canales oficiales y, todo camino paralelo es un hueco sencillo para que los estafadores se hagan con una oportunidad.