Puntuaciones del Albacete Balompié – Real Valladolid

Kepa: 4. En la primera parte Samuel le metió en algún embolao’, que resolvió con su habitual buen hacer con el balón en los pies. Evitó el gol de Portu precisamente tras un error de su central, con el empate a cero. No se vio muy exigido, pero supo templar cuando el equipo sufría.
Chica: 3. Consiguió que Samu no hiciera demasiado daño por su costado. Se le fue un par de veces, nada más. En ataque apenas se le vio. Tampoco se le echó mucho de menos.
Marcelo Silva: 5. Imperial. Infalible al corte, salvó yendo abajo varias intentonas manchegas que pudieron llevar peligro. Por arriba lo despejó todo. Ejerció de corrector de un pobre Samuel. El único lunar, que una falta suya evitó el primero.
Samuel: 2. Demostró en la primera mitad tener menos cintura que un muñeco de LEGO. Su lentitud y sus errores estuvieron a punto de costar caro en esos 45 minutos. De no ser por Kepa… Luego creció, pero siguió nervioso.
Hermoso: 3. No era fácil lidiar con Portu. Así fue que el murciano le superó varias veces. Cuando no, acuchilló a su espalda. Se enredó en la segunda parte en una de esas cosas tontas que tiene y que pudo costarle una tarjeta. Eso sí: robó un gran balón y puso un genial centro en el gol.
Álvaro Rubio: 3. Bien en la presión hasta que se quedó sin fuelle. Jugando como en el primer periodo, sin presión, podría perfectamente emigrar a Argentina y jugar con Diego Mateo en ‘La Lepra’ (Newell’s Old Boys) hasta los cincuenta. Cuando Luis César movió el banco, el centro del campo rival le superó.
André Leão: 3. Fue Sancho Panza mientras Álvaro Rubio fue Quijote, caballero del mediocampo. ¿O fue acaso él quien permitió que el dominio del esférico por parte de los los blanquivioletas fuera efectivo? Sea como fuere, sin él, el equipo se desequilibró y el Albacete dominó.
Juan Villar: 4. Un puñal por el costado. Está de dulce, como demuestran sus seis goles. Es capital en el ataque y volvió a ser decisivo. Además del gol, aportó soluciones a la vanguardia blanquivioleta. Aunque erró en lo que pudo ser el cero a dos, destacó por el peligro que llevó a la puerta rival.
Óscar: 3. Apareció poco, pero, ay, cada vez que lo hizo… Se fue alta la ocasión que tuvo para el cero a uno. Luego generó, con sus movimientos en posiciones más cercanas a la parcela ancha, alguna que otra ocasión. Lo de siempre: aporta más cuando se mezcla y cuando llega que cuando se aisla.
Alfaro: 3. Por momentos estuvo desaparecido, pero puso varios centros con peligro y dispuso de un par de oportunidades o tres con las cuales pudo sentenciar el Pucela. Dio aire con alguna intentona cuando el Real Valladolid ya estaba a merced del rival.
Rodri: 2. Si por correr fuera, sería el mejor. Si por correr fuera, muchos aficionados lo serían también. Se cayó mucho, cosa que le suele pasar, enredó demasiado, algo que hace siempre, y falló varias veces, como también suele hacer. Cierto, hizo un gol, pero no valió. Sus gestos y protestas debieron valerle la amarilla, como un tirón de pelo en el centro del campo a un rival en un salto, con él con los pies en el suelo.
Pedro Tiba: 1. Junto con Hermoso, se encaró con un rival en una jugada que recordó a la camorra de otros días. Protestó porque el aire le sopló en una acción que de haber rematado podría haber acabado en gol. A la tercera fue la vencida: se ganó la amarilla. Lo de contener el balón, ya tal.
David Timor: 3. Entró para frenar las acometidas albaceteñas, y en cierto modo lo hizo. Ayudó en los envíos frontales y cortó alguna que otra circulación rival. Fue más efectivo que Pedro Tiba, a pesar de que jugó menos. Aunque el Alba siguió teniendo la posesión, no creó demasiado peligro, en parte gracias a él.
Guzmán: 2. Intentó estirar al equipo en los últimos diez minutos, en los que jugó en sustitución de Alfaro, en el costado. Lo intentó con acierto un par de veces, el suficiente como para alejar el esférico de la puerta de Kepa, aunque no como para lograr la sentencia.
