El conjunto rojiblanco tuvo un mal inicio de año, pero ha levantado el vuelo esta temporada

Cuarenta puntos en 39 jornadas ha sido el balance del Atlético Tordesillas en el año 2015. El objetivo de este club humilde no es otro que la permanencia. Mantenerse cada temporada en Tercera División es sinónimo de asentamiento para una entidad que ha sufrido una transformación –para bien– desde la entrada de la nueva directiva.
Con Jesús Ángel Turiel como principal espada en este nuevo proyecto, el club rojiblanco ha experimentado un crecimiento en todos los sentidos. El compromiso ha sido una de las principales claves que, en los malos momentos, no permitió que el conjunto tordesillano se hundiera.
El año 2015 comenzó con un duro varapalo en Soria, ante el filial del Numancia (4-0), al que el Torde se supo reponer, puesto que logró sumar en los cuatro partidos siguientes –una victoria y tres empates–. Parecía que podría mantener el nivel del primer tramo de la temporada, pero las lesiones se lo impidieron y empezó lo duro.
La situación se torció y el Atlético Tordesillas estuvo más de tres meses sin ganar. El derbi frente al Villa de Simancas le supuso un gran balón de oxígeno para afrontar con cierta tranquilidad las últimas seis jornadas del curso 2014-2015. Las lesiones animaron a Turiel a contar con jugadores del Juvenil y, en este choque, Sergio le dio un importante triunfo al primer equipo.
No sumó en las cuatro siguientes y llegó con el agua al cuello a las dos últimas. La fragilidad defensiva y el poco acierto en ataque, con la baja de Adalia, su pichichi que llegó a disputar algún partido tocado, llevaron al conjunto de la Villa del Tratado a jugársela en los exámenes finales. No pudo ganar el primero en casa contra un Numancia B que se jugaba el segundo puesto. El empate a dos goles dejaba todo por decidir para la jornada 38.
Gonzalo Alonso adelantó a los rojiblancos, tras rematar un centro de Josete; pero le quedaba mucho por sufrir. El Torde encajó el empate en el ecuador de la primera mitad, aunque supo reponerse poco después. Joni se erigió como el otro héroe del encuentro, al marcar de falta directa –con ayuda del viento–. Pese a que quedaba una hora de juego por delante, el marcador no se movió y el equipo vallisoletano pudo certificar su presencia en Tercera para la siguiente campaña, gracias a los quince puntos obtenidos de los 63 posibles en este año.
El verano le volvió a sentar bien al Atlético Tordesillas, como ocurrió con el anterior. Los refuerzos –de fuera, en forma de fichaje, y de dentro, con las recuperaciones de los lesionados–, le dieron otro aire. Con siete puntos en las tres primeras jornadas, comenzó con fuerzas suficientes y energías renovadas para seguir creciendo sobre el césped y en la clasificación. Aunque es cierto que la baja de Gonzalo mermó los planes de Turiel, quien acudió a Alberto Rodríguez, ex del Real Valladolid Promesas, para cubrir el hueco en el centro del campo.

En declive
Creó un fortín en Las Salinas hasta la undécima jornada, donde empezó el declive. Con diecinueve puntos tras diez partidos disputados, el Torde recibía a un Cristo Atlético en horas bajas. El conjunto palentino aprovechó los errores para asaltar el feudo rojiblanco. Además de esa derrota, cosechó otras cinco –una como local–. Solo logró dos victorias; es decir, seis puntos que le han hecho caer a la décima posición, donde se encuentra con veinticinco.
El Atlético Tordesillas está siendo uno de los equipos más goleados del Grupo VIII de Tercera División, con veintisiete tantos. Ese es, sin duda, el lunar de la escuadra rojiblanca. Mientras, arriba, con la llegada de Carlos Quintana, con once dianas, ha encontrado acompañante para Adalia, que este curso solo lleva cuatro. De hecho, el segundo pichichi sigue siendo Gonzalo. En total, veintiocho goles a favor que permiten a los de Turiel tener un ‘+1’ en la diferencia.
Con veinte jornadas por delante, habrá que ver la cara inicial del Torde en el 2016. El objetivo es la permanencia, por ello deberá conseguirla cuanto antes y, con ello, intentar mirar hacia arriba para dar el salto definitivo. Las bases las tiene; ahora solo le falta regresar a la senda del principio de temporada.
