El entrenador palentino salvó a la UD Sur en División de Honor y pasó a formar parte de la estructura del Real Valladolid, acompañado de su segundo, Chemi Beltrán

En el último #HacemosCantera de 2015 varios fueron los protagonistas. Álex Francisco, entrenador del Villa de Simancas, que ascendió a Liga Nacional. Javier Pardo, segundo entrenador del Arces que mantuvo la categoría en esa misma Liga Nacional y que viene desempeñando una buena labor en el Regional Cadete del club celeste. Jesús Ángel Turiel, técnico del Atlético Tordesillas, salvado en Tercera y que se mantiene con cierta holgura con respecto al descenso. Y Mario Prieto, míster de la UD Sur y que culminó la primera mitad del año con una temporada histórica para el CD Parquesol en Liga Nacional.
Pero, siempre respetando a los anteriores, si el fútbol base vallisoletano ha dejado un claro protagonista en este 2015 que acaba, sin duda es Jonathan Prado. El entrenador palentino quizá lo fue ya en 2014, teniendo en cuenta que ascendió al Ascensores Zener a División de Honor y logró una primera parte del curso de nivel, en la que mantuvo al equipo en una línea que trajo a la salvación. Por esa permanencia en la máxima categoría en la máxima categoría del fútbol juvenil y por su posterior entrada en la estructura del Real Valladolid, como técnico del Juvenil B, merece tal distinción.
Después de lograr el más difícil todavía, como fue esa salvación del club modesto de La Rubia, de la mano de su inseparable Chemi Beltrán, y después de muchos rumores –ya el verano anterior se había hablado de Inglaterra, del Villarreal o, más cerca, del Cristo Atlético de Palencia– dieron el salto a una entidad profesional, la referencial en la provincia y en la comunidad.
Juntos, tienen al Juvenil Liga Nacional en la novena plaza, con veintiún puntos, metido en una pugna por los puestos altos que les corresponde por la entidad y el nivel de sus jugadores. A mayores, Beltrán dirige al Infantil B, primera generación de fútbol 11 y que compite en la Primera Provincial, un equipo que es tercero, por detrás del Parquesol y el Arces, llamados a pugnar no solo por el campeonato, sino también por el ascenso a Regional.
Con independencia de los resultados que cosechen, les avala el buen trabajo previo y el que vienen realizando en dos equipos difíciles, dado el salto de categoría de las generaciones que dirigen, con todo lo que este conlleva. En el caso de la primera, como se ha comentado, se le presume una importante calidad, que no se ha visto aún del todo reflejada sobre el césped debido a que el nivel de exigencia competitiva es mayor que el que se habían encontrado hasta ahora, una cuestión, esta última, extensible al infantil de Beltrán.
