Análisis del próximo rival del Real Valladolid

A estas alturas, qué duda cabe, ya hay quien se plantea ya no solo el ascenso directo, sino hasta el play off para el Real Valladolid. A seis puntos de la liguilla y a nada más y nada menos que once del segundo puesto, parece difícil que los de Miguel Ángel Portugal consigan rehacerse con toda la segunda vuelta por delante para optar a cotas mayores, aunque esto es muy largo. Y para empezar, hay que concluir la primera vuelta.
Y la cosa tendrá su morbo. Delante estará un Mallorca que tampoco llega en su mejor momento ni institucional ni deportivo, por lo que el encuentro que pondrá frente a frente a dos históricos de Primera en horas bajas será de esos que salten chispas, de los que enfrenta de manera directa dos crisis de juego y resultados. ¿No se lo creen? Pasen y vean.
Del medio para abajo
Cualquiera al que se le dijera que Valladolid y Mallorca iban a concluir la primera vuelta de media tabla para abajo, probablemente no se lo hubiera creído. Es lo que tiene el fútbol, más en Segunda División. Mientras que los blanquivioletas campan en la decimotercera posición, los bermellones hacen lo propio en la decimonovena casilla de la tabla, o lo que es lo mismo, en el primer puesto de descenso a Segunda B.
Y se trata solo del principio del entramado que es a día de hoy este Mallorca. Tan solo cuatro victorias, acompañadas de ocho empates y ocho derrotas, demuestran que el conjunto isleño no está consiguiendo por el momento la meta marcada a principio de temporada, que no es otra que la de firmar un año decente… e incluso mirar a los puestos de play off. Pero la cruel realidad ya se ha instalado en Palma, de modo que los sueños se han descartado rápido.
Ni Chapi Ferrer, a quien se le encomendó en verano la tarea de domar un vestuario que podía aspirar a bastante más de lo que está haciendo, ni Pepe Gálvez han sido capaces de dar el do de pecho hasta el momento, si bien el segundo ha conseguido aguantar esta semana en la que parecía condenado al despido. La última derrota de los bermellones, este pasado fin de semana en Córdoba por 3-1, ha dejado prácticamente sentenciado a Gálvez, quien se la juega definitivamente este domingo.
Y la directiva, ¡ay la directiva! Si ya ha estado movidito el tema deportivo en apenas una vuelta, no ha sido muy diferente el tema en los despachos. Después de que la temporada pasada Aouate se hiciera con la propiedad del club para que Utz Claassen acabara después en la presidencia, hace apenas unos días fue el dueño de los Suns de la NBA, Robert Sarver, quien se hizo con la mayoría accionarial del Mallorca.
Suena a broma de los Santos Inocentes, pero no es así, y más con todo lo que se ha venido comentando desde el desembarco del hombre que ha conseguido dar una chispa de alegría estos días en las islas, o al menos de esperanza. El mismísimo Steve Nash está dentro del proyecto también, y ya se ha hablado de incorporar a un amigo íntimo de ambos a la dirección deportiva como es Alessandro del Piero. De locos.
Del despacho al césped

Pero claro, en el fútbol al final la salsa está en el campo, y lo cierto es que de esto poco puede presumir el Mallorca. Ya no es solo cuestión de las cuatro únicas victorias en veinte partidos –quince goles a favor y veintiuno en contra mediante-, sino que el juego desarrollado en todos ellos ha dejado siempre mucho que desear. Como muestra, la semana pasada ante el Córdoba en el Arcángel, donde tras un partido desastroso los isleños se fueron con un 3-1 bajo el brazo.
Y no será por nombres en la plantilla, desde luego. Coro, Héctor Yuste, Thierry Moutinho, Arana, Joan Oriol… Futbolistas consolidados en esto de la categoría de plata y que sorprende ver pasándolas mal en Segunda División.
Por no hablar de la perla de la cantera, Brandon Thomas, o de los recién incorporados Adrián Colunga y Pol Roigé, recién presentados el pasado lunes, y que podrían debutar ante el Pucela.
Así las cosas, parece claro que el choque de este fin de semana será de esos que enfrentan crisis y que solo uno de los dos podrá solucionar. Si el Real Valladolid quiere aspirar a algo esta temporada, quizá este sea el último tren para recuperar la autoestima y la confianza del aficionado… algo que también necesitan por tierras mallorquinas.
Curiosidad del rival de esta jornada: Nada más y nada menos que veinte millones de euros ha pagado la empresa Liga ACQ Legacy Partners, a quien representa Sarver, para hacerse con la mayoría del paquete accionarial del Mallorca en su ampliación de capital. Se espera que con la llegada del dueño de los Phoenix Suns a las islas llegue con él un aire fresco que alivie la maltrecha economía bermellona.
