El mes de noviembre del Real Valladolid se ha caracterizado por seguir un patrón uniforme, victorias en casa y empates lejos de Zorrilla. Con cuatro de cada seis puntos posibles, los blanquivioletas sólo se ven superados por el Elche en la clasificación del mes.
El pasado 28 de agosto el conjunto de Djukic sumó su única victoria fuera de casa ante el Nàstic, desde entonces los blanquivioletas han empatado todos los partidos lejos de Zorrilla menos en Las Palmas de donde se volvieron con las manos vacías.
El hecho de no conocer la victoria en los siete desplazamientos que han tenido lugar desde Tarragona no ha impedido al Real Valladolid colarse entre los puestos de ascenso directo en este mes de noviembre.
Un mes en el que ha cosechado dos empates fuera de casa (Huesca y Cartagena) y dos triunfos en Zorrilla (Xerez y Villareal B). Un total de ocho puntos, al igual que otros equipos como Nástic, Barcelona B y Numancia y solamente superados por los diez conseguidos por el Elche, el equipo más en forma del mes de noviembre.
Ganar como local y empatar fuera de casa es lo que se suele denominar media inglesa, un termino acuñado en la Premier League identificado con el éxito de los conjuntos que son fuertes en su feudo y que tuvo su origen en los tiempos en el que las victorias valían dos puntos. Hoy en día conservar una media inglesa en los números tiene más valor porque los triunfos valen tres puntos, algo a lo que el Real Valladolid está sacando partido, especialmente a lo largo de noviembre.
El mes comenzaba con la visita de un debilitado Xerez que no está siendo ni la sombra del equipo que el año pasado peleó hasta las últimas jornadas por entrar en los puestos de play-off. Sin embargo no fue un partido fácil para el Pucela que tras adelantarse en el marcador con un tanto del enrachado Sisi, tuvo que sufrir durante el inicio de la segunda mitad las embestidas de los azulones hasta que en una polémica jugada el árbitro decretó penalty de Jesús Rueda sobre Jose Mari.
Otro Rueda, el del Xerez, fue el encargado de lanzarlo, estableciendo así el empate en el marcador a veinte minutos del final. La salida al terreno de juego de Nauzet, que llevaba dos partidos sin ser convocado, fue fundamental para consolidar la reacción que los blanquivioletas necesitaban, el canario salió con ganas y, poco después de ingresar al campo, una jugada suya terminaba en un penalty que él mismo transformaría en el definitivo 2-1.
La cara que el equipo estaba mostrando en casa se volvió a tornar en cruz en la visita al Alcoraz. Los de Djukic jugaban en el campo del Huesca, colista de la categoría que había sido incapaz hasta ese momento (lo consiguió en el siguiente partido) de lograr un triunfo como local. Las cosas se pusieron muy pronto bien para los blanquivioletas que ya ganaban en el minuto 3 con gol de Óscar.
En un partido aburrido y con no demasiadas ocasiones el Real Valladolid estaba sacando rentabilidad a una de las pocas llegadas de las que dispuso a lo largo de la primera mitad. Más fácil parecía cerrar la victoria tras el gol de Javi Guerra al complirse la hora de partido, el 0-2 parecía una losa muy grande para un colista incapaz de ganar en su feudo. Sin embargo los oscenses se aprovecharon de un penalty de Peña, que bien podía haber sido libre indirecto por juego peligroso, para recortar distancias en el minuto 66.
El gol espoleó a los locales que tres minutos después sorprendieron logrando el empate, con un gran remate de David Bauzá. Los blanquivioletas no se lo creían, les habían remontado un 0-2 en tres minutos. Por más que lo intentaron de ahí al final del partido el marcador ya no se movió más. Tras lo visto en el Alcoraz los de Djukic tuvieron que afrontar una de las semanas con más críticas de lo que va de temporada.
Las dudas no obstante se volvieron a disipar con un nuevo partido en Zorrilla, esta vez frente al filial del Villarreal. El partido cumplió el guión previsto de todos los enfrentamientos del Real Valladolid ante filiales en Zorrilla y es que en las dos últimas etapas de los blanquivioletas en segunda división ningún filial ha ganado en el estadio de la capital del Pisuerga.
Los de Djukic disputaron además uno de los mejores partidos de la temporada, llegando a ponerse 2-0 con sendos goles de Manucho. Sin embargo, como viene siendo habitual, hubo tensión hasta el pitido final tras marcar Jesús Rueda un gol en propia puerta en el descuento.
Fue un partido en el que el Real Valladolid se llevó tres nuevos puntos y Sisi se tuvo que ir con diez en la cara tras un brutal choque con el meta Diego Mariño que estremeció a Zorrilla. Afortunadamente el bravo jugador no tuvo mayores complicaciones y se retiró del campo con una gran ovación del público que supo reconocer el valor del, hasta ahora, mejor jugador de lo que va de campaña sin lugar a dudas.
El mes finalizó el pasado sábado con la visita al Cartagena. La principal novedad no estuvo en los jugadores que viajaron, ni en el resultado (que fue un nuevo empate, como no podía ser de otra manera…) sino en el color de la camiseta que vistió el Real Valladolid.
Ante la imposibilidad de jugar con ninguna de las dos camisetas oficiales por coincidencia de colores con el Cartagena, el club optó por darle a la afición la posibilidad de elegir como iba a ser la elástica que luciría el equipo en Cartagonova, logrando el rosa una victoria por goleada.
Lástima que no hiciese lo propio el equipo que se tuvo que conformar con un empate a nada que, no obstante, sirvió para conservar el segundo puesto alcanzado ya en la jornada anterior ante el Villarreal B. La camiseta rosa fue también aprovechada para lucir un mensaje de apoyo a la Asociación Española contra el Cáncer, con el lema ‘Mucho x vivir’. Un gesto que, sin duda, honra al club.