Samuel, Guzmán y Borja reconocieron el mal partido que cuajaron ante el Mirandés y abogan por volver a la línea positiva ante el Almería
Domingo de Resurrección con más penitencia que alegría para el Real Valladolid. Los de Miguel Ángel Portugal se vieron superados en todas las facetas del juego y no dieron el do de pecho en Anduva. Así se sinceraron varios jugadores en la zona mixta del estadio burgalés.
“Hemos fallado, pero lo bueno de esto es que quedan once jornadas. Hay que volver a coger confianza y volver a la senda de la victoria”, remarcó Samuel, quien cree que el principal problema del equipo fue que no dominó el juego en campo propio. El central quiso dejar claro que “no faltaron ganas”, pero sí asumió que “cuando te ganan las segundas jugadas, tienes casi todo perdido”.
Por su parte, Guzmán Casaseca, autor del único tanto blanquivioleta, puso en palabras lo que se evidenció en el terreno de juego: “No nos hemos sentido bien desde el primer minuto y han sido superiores. Se merecen el resultado”.
A pesar de reconocer que el rival fue merecedor de los tres puntos, Guzmán confesó que dentro del vestuario “hay más rabia que bajón”, sobre todo porque el encuentro “era una oportunidad preciosa para dar el salto definitivo” y han dado “un paso atrás”.
El ’21’ no cree que el Pucela haya perdido la oportunidad de sumarse al tren del ascenso, aunque insta a “corregir los errores y pensar en el siguiente”. Cuando salió, el equipo ya perdía, por eso no quiere hablar de nombres propios ni desmerecer a algún compañero por encima de los demás. “Cuando el equipo gana, ganamos todos y del revés. No es justo dar ningún nombre porque hay que estar unidos todos”, apuntó toda vez que pidió disculpas a los aficionados desplazados, sobre todo.
Borja siguió en la misma línea que sus compañeros al hacer un balance del partido y mostró la “decepción” que sienten en el vestuario. “Sabemos que la gente que ha venido y que apoya desde Valladolid también está fastidiada. No se trata de apelar a los cojones y a la camiseta”, dijo. Además, el centrocampista reconoció que “no había excusa” para argumentar la derrota porque “es un campo grande y en buenas condiciones”. Eso sí, dejó claro que no iban a “un campo cualquiera”. Que Anduva sea empresa difícil no justifica irse con “cuatro goles para casa”, y así lo remarcó un Borja dolido.
El gallego es de la opinión de que hubo dos partes bien diferenciadas: “En la primera llegamos, pero no acertamos. En la segunda estábamos muy superados y les ha entrado todo lo que a nosotros no. Lo hemos hecho mal. Nos ha tocado a nosotros sufrirlo porque ya nos veíamos pegados a los equipos de arriba y ahora hay que pensar en el Almería”. Borja es de los que ven la realidad como tal y ni quiere ser eufórico ni ser pesimista. “Prefiero ser realista: estamos a tres puntos y si seguimos en la línea que estábamos, nos meteremos arriba”, sentenció.